No todas las casas están pensadas solo para dormir, cocinar o ver la tele. Algunas están diseñadas para explorar, para compartir, para soñar. Y en Japón, esa premisa no es una excepción: es norma.
El arquitecto y comunicador Luis Lope de Toledo se ha convertido en uno de los divulgadores de arquitectura más seguidos del panorama español. Desde su perfil @lopedetoledo, acerca a miles de personas la belleza de lo bien pensado, lo inesperado y lo que suele pasar desapercibido. En uno de sus últimos vídeos, comparte tres viviendas japonesas que desafían los límites de lo doméstico y lanza una pregunta que, en realidad, lo cambia todo: “¿Cuándo vamos a dar prioridad a este tipo de sistemas por encima de los tradicionales?” A continuación, te contamos a qué se refiere el experto.
Arquitectura que arriesga, según el arquitecto Luis Lope de Toledo

Foto: Ooki Jingu
Lope de Toledo lo dice claro: “Hay dos cosas de Japón que me vuelan la cabeza”. Una tiene que ver con cómo entienden el diseño de sus viviendas; la otra, con cómo las aclimatan.
En ambos casos, la clave está en una cultura que apuesta por lo diferente. Una normativa más permisiva permite a los arquitectos arriesgar, soñar, adaptar las viviendas a los deseos (a veces insólitos) de sus habitantes. Lo personal no es accesorio, es la base del proyecto.
Las tres casas que Luis menciona no se parecen en nada entre sí, pero comparten un eje común: los libros. En la primera, el dueño decidió que su casa fuera también biblioteca pública. En la segunda, los volúmenes escalan entreplantas y paredes de hormigón. Y en la tercera, una mujer literalmente trepa una estantería para alcanzar un libro. “Leer ya es, en esencia, un deporte de riesgo”, comenta, mientras muestra esa imagen inolvidable.
Casas donde los libros mandan

Foto: Hiroshi Kinoshita and Associates
Cada proyecto tiene su narrativa. En la House with a Small Library de Hiroshi Kinoshita, el propietario subió la cocina, el baño y el salón a la planta superior para liberar la inferior y abrirla al barrio como biblioteca. “Su casa permanece abierta para quien quiera entrar a leer”, cuenta Lope de Toledo.
La Building Frame of the House, de IGArchitects, hace del hormigón armado y los desniveles su lenguaje. “La estantería ocupa toda una pared, alcanzando varias alturas”, detalla, y señala cómo “se integra perfectamente en la librería”. Y la Bookshelf House, de Shinsuke Fujii, habla por sí sola. Es un manifiesto visual de cómo una decisión arquitectónica puede volverse imagen icónica.

Foto: Tsukui Teruaki
Tecnología que (aún) no entendemos
Pero más allá de lo visual, hay una lección silenciosa en todas estas viviendas: su forma de aclimatarse. En cada una, casi camufladas, aparecen bombas de calor en el techo. “En Japón están cambiando los radiadores convencionales por bombas de calor para aclimatar sus edificios”, explica Luis.

Foto: Tsukui Teruaki
Y añade un dato contundente: “Según los últimos estudios, esta tecnología es entre dos y tres veces más eficiente que los sistemas basados en combustibles fósiles”. Entonces lanza una reflexión que se queda en el aire: “Sinceramente, no entiendo muy bien por qué en nuestro país seguimos utilizando calderas de gas”. Una pregunta tan sencilla como urgente, que pone el foco en todo lo que aún podemos y debemos repensar. Si queremos viviendas más eficientes, más humanas y conectadas con el presente, quizá no se trate solo de mirar a Japón con admiración, sino de empezar a seguir su ejemplo.