Lo sabemos. Tras un largo día de reuniones en la oficina, sesión en el gimnasio, recogida de los niños en el cole, supermercado, baños y cenas… cuando la casa está en calma, a uno le apetece irse directamente a la cama a leer un rato, dormir o ver un nuevo capítulo de una serie tranquilamente en el sofá. Lo último de lo que entran ganas es de recoger la cocina; sin embargo, este sencillo gesto (no cuesta nada) es un hábito que comparten las personas más felices antes de acostarse. Además, a todos nos gusta ver la casa recogida por la mañana.

Y es que no es un secreto que las personas más ordenadas y organizadas gozan de una mayor paz mental, no pierden tiempo buscando cosas que no están en su sitio y no se estresan por tener que recoger la cena del día anterior (con el desayuno) antes de salir corriendo para el trabajo o para el colegio de los niños. Para evitarlo, nada como seguir de manera habitual estos 3 hábitos caseros que harán mucho por nuestra felicidad y harán que estemos más tranquilos y satisfechos cuando cerremos los ojos. No solo lo hemos comprobado nosotros; amigos y familia opinan como nosotros

La cocina lista y recogida

Esa noche ha tocado pizza casera para cenar y la encimera de la cocina parece el escenario de una batalla campal. Para no despertarte con esta imagen desastrosa por la mañana, nada como hacer un pequeño esfuerzo (tampoco es tanto) y dejar toda la encimera y la cocina recogida y limpia. Y si esto lo hacemos cada noche, al final será un hábito muy sencillo de cumplir día a día.

Encimera impoluta cada noche

Encimera impoluta cada noche

Foto: Mercè Gost

Así que nada de platos sucios por todos lados, vasos, servilletas o mantel sin recoger, sartenes o restos de ingredientes usados para cocinar. Acostúmbrate a despejar la encimera y limpia, fregar los platos o meterlos en el lavavajillas y el suelo sin un rastro de migas de pan o de manchas. Unos pocos minutos para un resultado de lo más reconfortante. 

Cuidado tras lavarse los dientes

Si en tu rutina de cada noche está lavarte bien la cara (desmaquillarte también) y lavarte los dientes, no cuesta nada dejar el lavabo bien limpio, sin agua por todos lados, con restos de jabón o con el espejo sucio. Una pasada rápida con una bayeta para dejar todo impecable.

Nada de salpicaduras en el lavabo o el espejo

Nada de salpicaduras en el lavabo o el espejo

Foto: Jordi Canosa

Y si lo tuyo es ducharte por la noche, deja la ducha recogida y limpia, las toallas en su sitio y la ropa sucia en el cesto y no tirada en el suelo del baño. 

Sofá y salón recogidos

Tras un día largo, nada como relajarse con una buena película. Eso sí, cuando la sesión de cine acabe y antes de irnos a la cama, echemos un vistazo a cómo está el salón y cómo hemos dejado el sofá o la mesa del centro. Coloca los cojines, las mantas del sofá, despeja la mesa (si has comido palomitas o te has tomado algo) y deja todo más o menos ordenado y recogido.

Un sofá recogido y ordenado

Un sofá recogido y ordenado

Foto: María Pujol

Te costará menos de 5 minutos y si lo haces cada día te saldrá solo y ganarás en felicidad. Porque sí, la felicidad reside en estos pequeños detalles que hacen tu vida mucho más fácil (sobre todo cuando al día siguiente madrugas y es lunes…).