Una de las islas más emblemáticas y visitadas en la actualidad es indudablemente Bali, Indonesia. Un lugar que va creciendo a pasos gigantes y que cada vez son más las personas de todo el mundo que deciden convertirlo en su hogar. Y es que en Bali hay cabida para todo tipo de públicos, desde el amate de la natura, de la montaña, de la playa, del deporte, de todo tipo de gastronomía y por supuesto, también para los fanáticos del diseño y la arquitectura. Y tanto es así que cada vez son más impactantes y diferentes en estilo los hoteles que coexisten en la isla. Te dejamos algunos de nuestros favoritos para tener donde elegir si planeas viajar en tus próximas vacaciones. 

Bandido Bali, un hotel boutique en Bali.
Foto: Bandido Bali

Bandido Bali

Ubicado en la famosa área de Uluwatu, Bandido Bali es 'el hogar lejos del hogar' de todo viajero que decida visitarlos. El proyecto es de un grupo de amigos valenciano, que tras ir por primera vez a la isla cuando era muy jóvenes y enamorarse de ella -de levantarse y hacer surf, de los atardeceres y en definitiva, del estilo de vida pacífico del lugar- decidieron repetir año tras año. Hasta que un local, un gran amigo con quen habían forjado una bonita amistad con el paso de los años, les ofreció un terreno que tenía en venta. Y de adquirirlo pensando hacer una casa para cada uno de ellos, termino en ser un boutique hotel de 5 villas: Bandido Bali. O más bien como ellos les gusta decir "su casa en la que reciben a gente, los huéspedes". 

Javi Diaz, uno de los socios y arquitectos de profesión, se encargó de llevar a cabo todo el diseño del hotel. Todo a mano alzada, nada con ordenador y similares, como le gusta a él trabajar. El resultado son villas, todas diferentes y particulares y apodadas con el nombre de sus madres, que son un honor a las casas típicas balinesas. El bambú, por supuesto, es el material por excelencia así como la búsqueda por crear espacios abiertos y rincones inesperados que van sorprendiendo al huésped, más cuando cree que ya lo ha conocido todo. A ello se le agrega una búsqueda por introducir el arte local, y tanto es así que las piscinas de algunas villas tiene un dibujos pintados a mano y diseñados por artistas locales en el suelo.

Todo en Bandido Bali es arte y pasión por el diseño. ¿Cuál será tu villa elegida: La Matilde, La Lourdes, La Rosamaria, La Pepa o La Mercedes?

 Buahan, a Banyan Tree Escape, el hotel sin puertas ni paredes.
Foto: Buahan, a Banyan Tree Escape

Buahan, a Banyan Tree Escape 

Sin puertas y sin paredes: esta es la filosofía de Buahan, a Banyan Tree Escape. Un hotel ubicado en el norte de la isla, en una zona aún virgen, no transitada por turistas y en la que su comunidad está formada por personas que te acogen como un miembro más de la familia. Es allí donde la firma hotelera decidió abrir su primer hotel en Bali, uno que no deja indiferente a nadie en el medio de la selva y rodeado de natura, animales y vistas panorámicas inolvidables. 

Buahan, a Banyan Tree Escape cuenta con 16 villas y un pabellón central de dos pisos desde el que sobresale hacia el valle una piscina infinita de ensueño con tumbonas. Es en este espacio central donde también se ubica su restaurante, en el cual se sirven desayunos a la carta, las comidas y cenas todos los días. El concepto de cocina es abierto al público, mientras estás en la mesa puedes acercarte a ver como el chef y su equipo prepara los deliciosos platos. 

Llegar a las villas supone pasar por una infinidad de caminos y escalones diseñados integrándose en la natura, como si fueran formaciones naturales. Cada uno de los dormitorios es un auténtico hogar: con su piscina, salón, dormitorio y baño. Ahora bien, todo abierto y conectado, sin puertas ni paredes. Únicamente por las noches se cubre con una cortina de gasa para evitar el frío y los mosquitos que pueden haber. La madera de la zona es el material por excelencia, y no faltan todo lujo de detalles de obras de artistas locales: todo en Banyan Tree Escape es mano de obra de la isla. 

Y no es de extrañar con el gran trabajo de investigación que se llevó a cabo antes de empezar con el proyecto. Más aún: antes de crear el plano de construcción, el equipo inició un proyecto de investigación de meses de duración para estudiar cómo afectaría el hotel a los aspectos sociales, agrícolas y culturales de la zona circundante. Estos aprendizajes ahora se encuentran en la base del concepto Buahan y no solo garantizan que el hotel deje un impacto positivo en la comunidad, sino que también brindan a los huéspedes un nivel de inmersión en el estilo de vida balinés que pocos otros hoteles de este calibre han logrado brindar. 

Four Seasons Sayan, un oasis de paz en Bali.
Foto: Four Seasons Sayan

Four Seasons Resort Bali At Sayan

Entrar en Four Seasons Resort Bali At Sayan es como soñar pasar a formar parte de una película, una en la cual te conviertes en el protagonista y de la que no quieres despertar. Un camino suspendido entre mucha vegetación y altísimas palmeras te llevan al epicentro del hotel, diseñado como si de un cuento de arroz se tratara por el arquitecto británico-malasio John Heah (The Berkeley, Amanera), es el lugar donde empieza la experiencia en el resort: una que sabes que no vas a olvidar jamás. 

El complejo cuenta con 18 suites en el edificio principal, además de 39 villas de uno, dos y tres dormitorios que dan al famoso río, el Ayung, o la jungla que rodea la propiedad. Cada una de las villas parece estar integrada dentro de un arrozal, una escaleras que bajan te llevan hasta toda la residencia y ya solo queda disfrutar de las impactantes vistas y el sonido de los animales. La decoración es una mezcla de estilos balineses tradicionales y modernoscon muchos muebles de teca y telas tejidas a mano que evocan una clara sensación de lugar. En otras palabras, te sientes como si estuvieras en Bali, no en un hotel de lujo a poca distancia de la transitada zona de Ubud. 

El hotel cuenta con una piscina principal, así como dos restaurantes, spa y gimnasio. Pero a ello se le agregan una infinidad de actividades para realizar y aprender todo sobre la cultura local. Desde cenas con un chef privado que te prepara un menú de comida balinesa; a ir a su jardín a recoger plantas y preparar cócteles deliciosos; visitas a la comunidad local y a los campos de arrozales y muchísimo más.