Deja de esconderla. La cortina de la ducha ya no tiene que avergonzarse en su estética y funcional. Es más, se ha convertido en toda una tendencia personal, original y en ocasiones de lo más divertida en el cuarto de baño. Decimos, de esta manera, adiós a las mamparas que han vestido de arquitectura etérea la zona de la ducha hasta ahora y saludamos a los motivos alegres, retro, minimalistas o atemporales de los que presumen estas cortinas de baño.
Con su uso se pone de moda de nuevo una pieza que ya veíamos en la década de los años 60 y 70 y que vuelve revestida de tecnología en forma de tejidos y tratamientos a la última para repeler el agua de forma casi mágica.
Cortinas de ducha perfectas para presumir de ellas