1. Hiedra
Empezamos este recorrido natural por todo un clásico para vestir paredes, porches y pérgolas como la que tenemos en nuestro jardín. La hiedra es toda una todoterreno gracias a características como su resistencia o su esencia rastrera (puede llegar hasta los 15 metros de longitud) para decorar con naturaleza un espacio exterior, pero también interior. Una planta que vemos con mucha frecuencia en estos espacios que dan sombra y que resulta totalmente atemporal para dar un toque de elegancia y frescor de lo más especial.
Eso sí, pese a ser muy común y recomendable no te olvides de un detalle: como toda planta invasora puede estropear nuestra pérgola o no dejar espacio para que crezcan otras plantas que también queramos en este espacio de sombra.
2. Glicina
Si te gusta el color morado estás de suerte ya que la glicina puede tener un hueco precioso rodeando tu pérgola del jardín. Pese a ser una planta caduca, una vez que sus flores aparecen es toda una explosión para los sentidos al ver ese abanico cromático en tonos morados y rosados. Y no solo es una opción perfecta para la vista; su agradable olor avainillado te acabará conquistando para dar vida a un espacio de cuento.
A modo de recomendación te decimos que la glicina prefiere los climas templados y no el calor extremo. Además, presta atención a la profundidad del suelo donde esté tu pérgola ya que las raíces de esta especie trepadora se expanden sin dificultad alguna.
3. Madreselva
Seguimos con los colores llamativos y alegres para adornar tu pérgola de madera del espacio exterior de casa y nada como la madreselva para presumir de zona hermosa y colorida. Esta planta, con un aroma de lo más preciado, se presenta en numerosas versiones y puedes encontrar la que mejor se adapte a tu hogar en función del entorno y del clima predominante.
Además del indiscutible valor que tiene por su belleza innata, eso es algo que no cabe duda, la madreselva es también una planta de lo más funcional. ¿Sabías que te servirá cuando haya crecido lo suficiente para dar sombra a esta estructura? Así es como podrás crear un espacio de lo más fresco bajo ella para esa cabezadita después de comer en los días estivales.
4. Clematis
Otra propuesta floral que te hacemos igual es más desconocida, pero igualmente bella y socorrida para dar un aire romántico, delicado y elegante a tu terraza o jardín. La clematis es originaria de diversas partes del mundo y esto ha hecho que puedas encontrar de ella diversas especies y variedades. Opciones, por tanto, no te faltarán para amoldarse al estilo decorativo que le hayas dado a tu jardín en general y a tu pérgola en particular.
Así, y en función de la variedad que prefieras, tu clematis puede florecer y darte flores en cualquier estación del año por lo que podrás conservar su belleza durante más tiempo. Un toque de lo más romántico que además trae consigo un perfume suave y delicado para que, estar en tu jardín, sea más que un sueño.
5. Buganvilla
Cerramos la lista con dos plantas con flor que son todo un clásico para las estancias exteriores más bonitas y coloridas y una de ellas es la buganvilla. Una planta trepadora que se llevará todas las miradas y será absoluta protagonista de tu jardín con su precioso tono de lo más vibrante y vitalista.
Se trata de una especie de lo más resistente e ideal tanto para cubrir estos elementos estructurales y decorativos del exterior, como en una maceta en un interior de lo más soleado. Una apuesta sin duda por la belleza y el colorido de unas flores que podrás contemplar casi todo todo el año.
6. Jazmín
¿A quién no le embriaga el olor del jazmín? Se trata de una de las plantas que mejor huele y que, por si fuera poco, su tono blanco (en ocasiones también amarillo) y delicado da un toque de lo más elegante a todo exterior de casa que se precie (nuestra pérgola incluida).
Si optas por esta planta para la zona de sombra de tu terraza recuerda estos tips para su perfecto cuidado: suelo bien drenado y una buena luz (pero sin que esta sea en forma de sol directo cuando el calor apriete en las horas centrales del día). Cierto es que resisten bien a las altas temperaturas, pero no te olvides de regarla con regularidad, pero sin excederse de humedad.