Las chimeneas de obra, esas que ya vienen “de serie” con la casa, como diría aquel, ya se ven pocas en los edificios de nueva construcción pero aún así, las hay. También son muy propias de zonas de montaña o de casas de campo, más o menos actuales. Y en ciudades, en pisos grandes, señoriales, de otra época.

En cualquier caso, considérate afortunado si tienes una en tu salón o, quién sabe, quizás la tienes en el dormitorio o en el despacho. Sobra decir que la chimenea es el punto focal en torno al cual gira toda la estancia, es difícil ignorar su presencia, de ahí que pase a formar parte del interiorismo como elemento clave teniéndole que sacar todo el partido que podamos.

 

Di adiós a ese hueco inerte

Puede suceder que la enciendas durante el invierno o que no lo hagas en todo el año, con lo cual, la cuestión es cómo llenar el hueco de tu chimenea en desuso. Porque hay que reconocer que la visión de una chimenea vacía resulta, como poco, triste, convirtiéndose en un elemento decorativo muerto, connotaciones negativas a las que hay que poner remedio.

El primer paso es tener claro el criterio decorativo que de por sí ofrece: clásico, moderno, con moldura, en madera, de ladrillo, con marco metalizado... y a continuación, cuál es la línea que sigue la estancia donde está y cómo podríamos integrarla en ella. Si resultan antagónicos, acertar con la mezcla de estilos puede darle a tu chimenea un protagonismo brutal. Si prefieres, puedes pintarla, quitar aquel elemento que te moleste o dejarla como está. Las opciones a la hora de decorar el hueco de la chimenea (y también la parte de encima y alrededores) son muy diversas y posiblemente acabes encontrándole el gusto a ir cambiando la decoración de ese rincón según la época del año, por ejemplo.

 

 

Elementos decorativos para todos los gustos

Uno de los recursos más socorridos son los troncos. Es el más estrechamente vinculado a la chimenea y puedes disponerlos de diferentes maneras según te guste. Pueden ir sueltos, alineados, de pie atados, etc. También puedes utilizar el hueco como lugar de almacenamiento utilizando algunos cestos bonitos, uno grande o varios de diferentes tamaños, jugando con los materiales y que sirvan como revistero, por ejemplo. También puedes poner en ellos algún tipo de planta o éstas ponerlas directamente con su tiesto y crear una composición de varias. Los libros son otro recurso para decorar el hueco; distribúyelos como quieras, ordenados o en un estudiado descontrol.

¿Por qué no poner algún cuadro o lámina en el hueco de la chimenea? O incluso objetos de decoración, como un jarrón o alguna escultura. Y las siempre prácticas velas son una apuesta segura, y no solo en época navideña; juega con varios tamaños y colores, sobre el mismo suelo del hueco o en alguna base que te guste. También puedes optar por tapiar el hueco con un espejo creando un efecto muy elegante que reflejará el resto del ambiente.

Si buscas un aire más clásico, puedes ocultar el hueco tras el protector tradicional que evita que salten las chispas, pudiendo elegirlo en diferentes diseños y materiales. O rescatar algún tipo de brasero antiguo y usarlo como objeto decorativo. O también optar por la leñera de hierro forjado para almacenar los troncos y ponerla dentro.

 

Mejores ideas para decorar una chimenea en desuso