Las mesas cuadradas son, desde hace años, un diseño recurrente en zonas comunes como salón, comedor e incluso cocina. Su simetría y proporción equilibrada aportan orden y estructura al espacio, algo que en decoración se traduce en armonía. Su forma compacta, además, encaja bien en salones amplios y también en aquellos con dimensiones medianas, pero, ¿qué ocurre en los salones pequeños? En realidad, podríamos integrarlas de la misma forma, sin embargo, quienes más saben de interiorismo y decoración nos recomiendan sustituirlas por mesas redondas o curvas. Los motivos nos los explica la estilista Paloma Pacheco Turnes, quien considera que "la curva es más suave que la línea" y que hay que intentar buscar siempre "la compensación, la armonía y el equilibrio".

Como estilista y fotógrafa, Paloma se encuentra detrás de muchos de los proyectos de la Revista Interiores, sobre todo en la versión impresa, decantándose por casas de diferentes estilos donde "el color es el protagonista y el arte es el colofón de cada proyecto", dice. De su experiencia, profesionalidad y trabajos, hemos tomado como referencia la idea de dejar en un segundo plano las mesas cuadradas, ya que siempre suele apostar por las mesas redondas en la mayoría de los espacios que viste, sobre todo cuando se trata del salón, un ambiente en el que apenas vemos que coloque mesas rectangulares. Le hemos preguntado el motivo de elegir este tipo de modelo de mesas y nos ha explicado, a todo detalle, el porqué:

Mesa redonda en salón blanco
Foto: Fhe.es Arquitectura e interiorismo: Jorge Alonso Realización: Paloma Pacheco Turnes

Por qué decir no a las mesas cuadradas en el salón y sustituirlas por mesas redondas o curvas

El hecho de que la estilista sugiera que es mejor colocar mesas redondas o curvas en salones pequeños, no significa que las mesas cuadradas estén prohibidas. De hecho, Paloma nos explica que, en ocasiones, no queda más remedio que incluirlas en nuestro espacio. La mayoría de personas solemos vivir en casas rectangulares donde la línea es protagonista. Pero "ante tanta línea, para compensar, está el círculo, y las mesas redondas pueden armonizar, ya que cuentan con menos aristas", explica la estilista.

Pero además, siguiendo las recomendaciones y sugerencias de Paloma Pacheco, descubrimos que las mesas redondas y curvas tienen muchas ventajas que desconocíamos, no solo a nivel estético, sino también a nivel funcional. Entre ellas, el espacio se siente mucho más fluido, menos rígido, lo que se refleja en una circulación más cómoda y, a modo de extra, le da una apariencia mucho más renovada y actual. Te las explicamos punto a punto.

Mesas redondas apilables
Foto: Fhe.es Interiorismo: Eva Ángela Rodríguez (Estudio Lagos Home Staging) Realización: Paloma Pacheco Turnes

Mayor sensación de fluidez

"Gracias a su diseño suave, se crea una sensación visual de más fluidez y armonía en el espacio", explica Pacheco. A diferencia de las mesas cuadradas, que marcan límites claros, una mesa redonda ayuda a que la vista se desplace sin interrupciones, haciendo que el salón se sienta más abierto y relajado.

Sofá curvo y mesa redonda
Foto: Fhe.es Interiorismo: Mónica Diago Realización: Paloma Pacheco Turnes

Espacios menos rígidos

Visualmente, estas mesas ocupan menos espacio tanto físico como visual. Según la estilista, "esto nos ayuda sobre todo en espacios que son más pequeños y queremos darle más movimiento". Las formas rectas tienden a imponer un orden más estructurado. Las redondas suavizan el ambiente. Esto aporta una atmósfera más acogedora, flexible y menos formal, ideal para salones en los que se busca confort y calidez.

Circulación más cómoda y sencilla

Como la mesa redonda no cuenta con esquinas, favorece la circulación agradable y cómoda por todo el espacio. De esta forma, no tenemos que esquivarlas. Esto es importante sobre todo en salones pequeños o de planta irregular, donde cada centímetro cuenta y se valora la libertad de movimiento.

Mesas redondas de madera y blancas
Foto: Fhe.es Interiorismo: Pia Capdevila Realización: Paloma Pacheco Turnes

Un toque más contemporáneo

Ya que las formas orgánicas están muy presentes en el diseño actual, y optar por una mesa redonda o curva, es una forma sencilla de actualizar el salón. Este tipo de piezas, además, suelen integrarse mejor en composiciones modernas y aportan un aire más estilizado y actual al conjunto.

Errores muy comunes al elegir una mesa redonda para el salón

Aunque las ventajas de escoger mesas redondas o curvas en salones pequeños frente a las mesas cuadradas han quedado muy bien definidas, a veces cometemos errores por no tener en cuenta sus dimensiones, forma, entorno o incluso nuestro estilo de vida:

  • Pensar que la mesa redonda cabe en cualquier sitio: las mesas redondas son más ligeras, sí, pero eso no las hace cien por cien flexibles. Muchas veces se colocan en salones pequeños pensando que, al no tener esquinas, estorban menos, pero hay que asegurarse de dejar al menos unos cuantos centímetros libres alrededor para asegurar una circulación cómoda.
  • Ignorar su relación con el sofá: o con otros muebles. Nos olvidamos de reflexionar cómo se relaciona la mesa con el sofá. Una mesa redonda puede quedar descompensada si el sofá es muy recto o tiene chaise longue, ya que crea un desajuste visual. Es importante buscar el equilibrio entre las formas.
  • Pasarse con las curvas: si nuestro salón ya cuenta con muchos elementos orgánicos, como sofás redondeados, lámparas con formas originales o alfombras circulares, una mesa redonda puede resultar excesiva. El espacio pierde definición y estructura. 
  • No tener en cuenta nuestro día a día: antes de decantarnos por este tipo de mesas redondas, debemos pensar el uso cotidiano que vamos a darles. Las mesas redondas suelen ofrecen menos superficie útil si buscamos colocar un largo listado de elementos decorativos o apoyar objetos alargados como bandejas o libros.

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