El salón es el corazón del hogar, un espacio que invita a la reunión, el descanso y la convivencia. Pero lograr que esta estancia sea funcional y estéticamente armónica no es una cuestión de llenar metros cuadrados con muebles imponentes. Todo lo contrario: la elección del mobiliario debe responder a la escala, las proporciones y las necesidades reales del espacio. Entre todos los elementos del salón, el sofá es sin duda la pieza estrella. Elegir el adecuado no solo influye en la comodidad, sino en la distribución del conjunto. Las arquitectas Rebeca Campo y Sandra Rodríguez, del estudio R de Room, lo tienen claro: hay que encontrar el punto justo entre tamaño, funcionalidad y estilo. Nos comparten sus mejores consejos para lograrlo.

Cuando el sofá es demasiado grande: el error más común

R de Room salón estilo industrial sofá gris
Foto: R de Room

Muchas personas creen que un sofá grande es sinónimo de confort. Sin embargo, Campo y Rodríguez advierten que esta elección puede desequilibrar la estancia y hacer que otros elementos pierdan funcionalidad. “El número de plazas es importante, pero siempre debemos asegurarnos de que haya una circulación cómoda y que el sofá no bloquee otras áreas clave del salón”, explican las arquitectas.

Un error frecuente es escoger un modelo desproporcionado que arrincona la mesa de comedor o que deja poco espacio para moverse libremente. Para evitarlo, recomiendan tomar medidas precisas y asegurarse de que el sofá elegido permite una disposición fluida.

Otro aspecto que debemos considerar es la relación entre el sofá y el resto del mobiliario. Un diseño visualmente ligero puede hacer que un sofá grande se integre mejor en el espacio sin abrumarlo.

Adiós a la mesa de centro: una solución eficaz

R de Room sofá mostaza cortinas visillo ladrillo visto
Foto: R de Room

Si el sofá ocupa demasiado, la solución pasa por prescindir de la mesa de centro tradicional. En su lugar, Campo y Rodríguez sugieren apostar por mesas auxiliares más ligeras y versátiles. “Optar por mesas pequeñas que se puedan mover con facilidad aporta dinamismo y funcionalidad al espacio”, comentan.

Además, si la necesidad de un sofá grande es incuestionable, se puede minimizar su impacto visual eligiendo modelos sobre patas o con diseños más ligeros. De esta forma, el ambiente se mantiene equilibrado y fluido, sin sacrificar comodidad. También es interesante jugar con materiales y acabados que potencien la sensación de amplitud. Los sofás en tonos claros o con tejidos ligeros pueden contribuir a que el espacio no se vea recargado.

La ubicación ideal del sofá según el tamaño del salón, ideas vistas en la revista Interiores

No todos los sofás deben colocarse pegados a la pared. Las arquitectas recomiendan evaluar la forma del salón antes de decidir su ubicación:

salón comedor
Foto: Foto: Jordi Canosa Estudio: Vísteme de Espacio Realización: Mar Gausachs

El sofá en salones estrechos

En salones estrechos y alargados (hasta 3 metros de ancho), lo mejor es situarlo contra la pared para optimizar el espacio.

Salón con chimenea y sofá bold
Foto: Montse Garriga. Realización: Beatriz Aparicio. Arquitectura de interiores: Belén Ferrándiz

En salones grandes

En salones más amplios, el sofá puede colocarse ligeramente separado de la pared o incluso en el centro, articulando la división entre la zona de estar y el comedor.

Salón sofá blanco
Foto: Fotografía: Amador Toril Estilismo: Cristina Rodríguez Goitia Interiorismo: Silvia Trigueros

En salones abiertos al comedor y la cocina

Si el salón es un espacio de paso, hay que prestar especial atención a las zonas de circulación para que el sofá no obstruya el tránsito natural.

Cada salón es un mundo, y su distribución debe responder a las características específicas del espacio. Con estos consejos, acertar con el sofá será mucho más fácil.