La interiorista rusa Olga Gusarova construyó esta casa para ella y su familia en la isla de Chipre, donde vive desde hace más de 25 años. Y como bien dice, "los clientes más exigentes son los propios diseñadores, que idean el interior para su propio uso". El deseo de recibir invitados y disfrutar de la casa llena de niños y mascotas, dio como resultado esta casa acogedora de 650 metros cuadrados.
Lo primero que llama la atención de este proyecto son las impresionantes vistas al mar y a la montaña que se divisan a través de los grandes ventanales y lo segundo, el cuidadoso orden que presenta gracias al uso mínimo de muebles y elementos decorativos. También la altura de más de tres metros del espacio diáfano que ocupa la zona de día.
Colores neutros y mármol por doquier
La paleta de colores elegida se inspiró, precisamente, en las vistas al Mediterráneo, con una base neutra en suaves tonos beige-marrón topo y, como color secundario, el gris turquesa. El amarillo se reservó como acento cromático. Aunque para grandes acentos, hay que fijarse en determinadas piezas con un significado especial en el proyecto, como una mesa vintage de palisandro, la escalera y algunas obras de arte.
En cuanto a los materiales, el "mármol natural de lujo" -como lo define la interiorista- destaca sobre cualquier otro y se lleva todo el protagonismo, tanto en los interiores como en los exteriores, aunque también se utilizó piedra y madera. En los espacios exteriores se apostó por mármol griego claro con un tratamiento especial antideslizantes para evitar caídas; en los interiores, el mármol está pulido.
Diseños propios de la interiorista en madera
Dentro del estudio previo de técnicas decorativas y arquitectónicas que llevó a cabo Olga Gusarova, hay también diseños propios, como los armarios, todos los muebles empotrados y las estanterías de los baños que desarrollaron los carpinteros en madera de nogal, a partir de sus bocetos. Los mismos que también hicieron la enorme puerta principal de entrada a la casa.
Todas las paredes están pintadas de un color claro para que combine perfectamente con el mármol, monocromía que se complementa con los marcos de las ventanas de color marrón grisáceo y los rieles magnéticos de los techos en color negro.
Los dos elementos más destacados del interiorismo
La escalera de mármol bien se merece una mención aparte al haber de este proyecto. De hecho, es el elemento del que la interiorista se siente especialmente orgullosa, "porque, en cierto modo, el diseño no se acordó inicialmente con el arquitecto. Los constructores vertieron una estructura típica de hormigón y tuvimos que trabajar en torno a ella e ir improvisando, sin olvidar las interminables reuniones… Fue toda una tragicomedia", recuerda Gusarova.
Otra pieza especial que podemos destacar, en este caso, como mueble propiamente es la mesa vintage de palisandro macizo heredada de la abuela del marido de la interiorista. Al principio estaba cubierta de mucho barniz, "con un aspecto horrible", dice, pero tras optar por restaurarla, quedó tan bonita que decidieron que presidiera el centro del salón.
Viendo el resultado final de su casa, nadie diría que se trata de su primer proyecto de interiorismo, el que desarrolló tras graduarse en la Escuela Internacional de Diseño de Moscú en 2019. Aunque ella trabajaba en el sector del marketing, "el fuerte deseo de construir la casa de mis sueños", le llevó a cambiar de profesión. Actualmente, suma ya varios proyectos terminados y otros tantos que está desarrollando.