El crujido de la madera en el suelo, el calor de la chimenea envolviendo el espacio, la suavidad de una manta de invierno mientras lees en el sofá. Lo rústico es mucho más que un estilo: es una sensación, un abrigo en invierno o una casita de campo en verano. Es un estilo de recorrido versátil, capaz de mezclarse con lo clásico, lo minimalista, lo industrial o con una pieza llena de modernidad y, aún así, hacerte sentir que todo encaja. Y aunque posea un punto de sencillez, lo cierto es que no renuncia a ninguna de las comodidades de la vida actual. Pon atención a estas 10 ideas para sentir el abrazo de un salón rústico: ¡tu salón!