El ANTES y DESPUÉS de una cocina con isla reformada por los hermanos Scott: ya no está anticuada ni cerrada

Los Hermanos Scott han vuelto hacer honor al nombre de su programa de televisión: La casa de mis sueños. Los gemelos nos han asombrado en más de una ocasión con la elaboración de muchos de sus trabajos, como la renovación de baños muy pequeños o la del cambio radical de un garaje en una zona con muchas posibilidades. Esta vez, los canadienses han reformado de arriba a abajo una cocina anticuada y con el espacio poco aprovechado, en una estancia diáfana, moderna y con una gran isla.

Drew y Jonathan Scott, más conocidos como los Hermanos Scott, no han parado de innovar en cuanto a la transformación de espacios. Desde que cambiaron su primera casa en propiedad, recién cumplida la mayoría de edad, los gemelos más famosos de la televisión se han convertido en dos referentes de los diseños de interiores. Con el antes y después de esta cocina, los americanos nos demuestran como se puede unir ambientes sin olvidar las corrientes más contemporáneas.

El ANTES de una cocina con muebles desgastados y sin aprovechar los metros cuadrados disponibles

La estética y la distribución del ambiente no iban de la mano en esta cocina. Los muebles de almacenaje desprendían un aire desgastado, anticuado y pasado de moda; que no aportaba ni un solo toque elegante al espacio. La madera era una buena elección, pero no se complementa nada bien con el suelo de baldosas rústicas ni con la encimera lisa ni con la pared de azulejos blancos.

La distribución era otra de las cosas que cabía tener en cuenta. Aunque el mueble rinconero tenía como finalidad sacar el máximo partido a los ángulos, no lo conseguía porque la zona central quedaba completamente desaprovechada. El orden tampoco ayudaban en la correcta sintonía de la cocina, ya que los propietarios no contaban con algunos electrodomésticos integrados, como el microondas, ni con unos organizadores para mantener la encimera despejada.

Esta cocina no se entiende sin el comedor. Antes de la reforma de los Hermanos Scott, la zona de reunión estaba completamente separada de la de cocción, menguando todas las posibilidades de tener un espacio diáfano al separar los espacios por un muro. Además, la decoración era muy sobrecargada y con elementos que obstaculizaban la buena distribución de espacio, como el sofá pegado a la ventana.

El DESPUÉS de una cocina con isla y una estancia completamente abierta

La renovación de la cocina, a cargo de los Hermanos Scott, dio un giro de 180º al espacio. Decidieron tirar aquellos muros que no eran necesarios, para unir el comedor con el resto de la cocina. Un gran office de madera preside el espacio de reunión, que se distingue del resto del ambiente gracias a la alfombra cálida. Se dio paso a la entrada de luz natural, con la incorporación de grandes ventanales y las cortinas traslúcidas.

No obstante, la parte más destacada es la de la cocina. La solución que encontraron los canadienses para dividir visualmente las dos estancias consistió en situar en la zona central una gran isla. Esta cuenta con una gran encimera funcional, que sirve para preparar todo tipo de platos o poder utilizarla como mesa para el desayuno. Los taburetes altos permiten llevar a cabo esta acción y sacar el máximo rendimiento a cada uno de los muebles.

La madera está muy presente en los detalles de los elementos que conforman el espacio. Los gemelos no han revestido toda la cocina de este material, pero sí que lo han integrado en los muebles inferiores, con el objetivo de dar contraste con la estética blanca del resto de detalles. Podemos comprobar como aprovechan al máximo las paredes, ya que han incorporado muebles altos de almacenaje para tener todos los objetos y utensilios en un lugar donde no estén a la vista. Tanto la zona de cocción como la de lavado se mimetizan con la superficie de las encimeras y pasan desapercibidas en el ambiente sereno que desata la estancia.

El recibidor de esta casa reformada por los Hermanos Scott

Tal y como podemos ver en la imagen anterior, la cocina es la primera estancia que nos encontramos nada más entrar a esta casa. Al fondo, se encuentra un recibidor pequeño, que también se ha transformado con el objetivo de exprimir la luz solar y aprovechar el poco espacio disponible.

Cuando los canadienses se encontraron el recibidor, vieron como un gran mueble ocupaba toda la entrada sin que diera lugar a poner ningún elemento mal. Era una pieza destinada al almacenaje, que en vez de cumplir su función de organizar el ambiente, lo que hacía era obstaculizar el paso en esta estancia tan importante.

Con la reforma, este mueble desapareció y los gemelos optaron por dejar la superficie completamente liberada. Escogieron un banco con repisa inferior, dirigido a descalzarse y guardar los zapatos más recurrentes. Por otro lado, la pared ha conseguido tener rendimiento gracias a la incorporación de colgadores, que sirven para dejar todo tipo de prendas y complementos.