Lourdes Martínez Nieto, arquitecta: “En cocinas abiertas, la isla debe percibirse más como un mueble que como una cocina propiamente dicha”

Materiales y colores son, seguramente, dos de las herramientas fundamentales para conseguir que una cocina abierta encaje decorativamente con el salón-comedor. Entrevistamos a la arquitecta Lourdes Martínez Nieto, titulada por la ETSAM y que ha trabajado en Londres en estudios como Foster + Partners, para que nos cuente cómo consigue que una cocina abierta forme un todo coherente con el resto de la zona de día de la vivienda. Martínez Nieto aporta consejos útiles en cuestiones que tienen que ver con la elección de los materiales, el color y otros elementos importantes en una cocina abierta, como la isla.

Cocina abierta en una vivienda en la zona norte de Madrid reformada y ampliada por la arquitecta Lourdes Martínez Nieto

En primer lugar, ¿por qué te gustan las cocinas abiertas al salón-comedor?

"Me encanta la cocina abierta al salón; especialmente cuando es posible cerrarla sin interrumpir la continuidad visual, lo que potencia la amplitud y la sensación de espacio diáfano que siempre buscamos en los proyectos que realizamos. En el estudio tratamos ambos espacios como uno solo, por lo que consideramos esencial que el solado sea continuo, evitando siempre la diferenciación de suelos que de otra manera delimitaría los ambientes".

Cocina blanca con isla en la ampliación de una vivienda en el barrio de La Guindalera, Madrid. Proyecto: Lourdes Martínez Nieto

¿De qué otra forma creas transiciones fluidas entre la cocina y el resto de la zona de día?

"En la cocina, y siempre y cuando el espacio lo permite, me gusta generar un lateral de suelo a techo que oculte electrodomésticos y almacenaje de tal modo que se integre visualmente como una pared más del salón. Esto crea una transición fluida entre ambos espacios, al tiempo que permite esconder accesorios cotidianos, como la tostadora o la cafetera. De esta forma, cuando la cocina está recogida, mantiene una apariencia limpia y ordenada, alejándose de la imagen clásica de la cocina. Además, implementamos soluciones como desayunadores escamoteables que optimizan el espacio cuando es necesario".

Isla de mármol en una vivienda en el barrio de La Guindalera, Madrid. Proyecto: Lourdes Martínez Nieto

¿Qué papel juega la isla en cocinas abiertas?

"La isla de cocina es uno de los elementos que más ha evolucionado. Se trata de una inversión significativa que transforma la cocina en un lugar singular y exclusivo. En mi opinión, una isla debe ser una pieza destacada de líneas sobrias que se perciba más como un mueble que como una cocina propiamente dicha. Tradicionalmente concebida como un elemento rectangular, es cierto que está evolucionado hacia formas más escultóricas y trabajadas".

Concretamente, ¿cómo la integras en un espacio abierto?

"Elijo materiales con una presencia relevante, ya sea por su textura, color (o ambos), buscando que no solo cumpla una función práctica, sino que también sea estéticamente atractiva".

Reforma integral de un piso en el barrio de Chamberí, Madrid. Proyecto: Lourdes Martínez Nieto

Ahondando en los materiales, ¿qué papel juegan en cocinas abiertas?

"Los materiales juegan un papel crucial en la evolución del diseño de cocinas. Las encimeras de porcelánico, por ejemplo, han mejorado notablemente en términos de estética y funcionalidad. Ahora, los cantos de estas superficies imitan perfectamente las manchas de la superficie, creando una armonía visual que antes solo se podía lograr con piedra natural. Estas innovaciones permiten obtener soluciones de diseño de alta calidad sin los costos elevados de los materiales tradicionales".

Cocina abierta de un piso en el centro de Madrid. Proyecto: Lourdes Martínez Nieto

Además de los materiales, ¿cómo usas el color u otros accesorios para conseguir coherencia estética?

"Buscamos que la piedra o el porcelánico de la cocina se repita en otros puntos de la vivienda, como en un zócalo de chimenea, un arco en el salón o un aseo de cortesía, creando así una continuidad visual que unifica los espacios. Además, los tonos de los muebles, ya sean de madera o acabados similares, como roble, nogal o beis, se alinean con los del salón para lograr una coherencia estética. Y, por supuesto, no nos olvidamos de la grifería: una pieza fundamental para completar el diseño y aportar el toque final".

La experta opina que la estética se ha convertido en un aspecto clave. Las vinotecas, por ejemplo, se panelan e integran con el resto del mobiliario. Sucede lo mismo con desayunadores y armarios. Proyecto: Lourdes Martínez Nieto

Finalmente, ¿cómo crees que van a evolucionar las cocinas abiertas en el futuro próximo?

"El futuro del diseño de cocinas se encuentra en la perfecta combinación de funcionalidad y estética. La cocina ya no es solo un lugar para cocinar, sino un espacio que forma parte de la vida diaria, donde la belleza y la funcionalidad se encuentran en un equilibrio perfecto".

Por esa razón, según la experta, "en el diseño de cocinas y espacios integrados, las preocupaciones de los clientes sobre el ruido y los olores siguen siendo la prioridad y los electrodomésticos juegan un papel fundamental en proporcionar soluciones efectivas en ambos sentidos".

Cocina abierta e integrada en la zona de día en la ampliación y reforma integral de una vivienda en la zona norte de Madrid. Proyecto: Lourdes Martínez Nieto

Por otro lado, cree que también la estética se ha convertido en un aspecto clave y cita como ejemplo las vinotecas, "que han desarrollado diseños personalizables para ser paneladas e integradas con el resto del mobiliario". Además, asegura que elementos como la luz indirecta y otros detalles de diseño "permiten que estos electrodomésticos no solo cumplan su función, sino que también se conviertan en piezas decorativas que elevan la estética de la cocina. En la misma línea, los nuevos sistemas de inducción instalados bajo la encimera permiten ocultar completamente las zonas de cocción, logrando una estética más limpia y elegante".

Este enfoque "nos acerca cada vez más a una estética de ‘armario y mesa’, donde la cocina y el salón se convierten en espacios fluidos que comparten elementos comunes, creando una sensación de unidad y cohesión en el hogar".