Nueva integrante de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. La conocida arquitecta y diseñadora Patricia Urquiola, una de las grandes del diseño a nivel internacional, ya es miembro de pleno derecho de esta emblemática institución tras el acto que tuvo lugar hace unos días y en el que la propia protagonista participó con el discurso ‘Stanza abierta. Identidad e hibridación’.
Merecido reconocimiento a esta mujer que ha llevado el nombre de Asturias y de España por todo el mundo a través de sus proyectos de arquitectura y diseño y siempre con la esencia en mente de todo lo que aprendió de su maestro, Achille Castiglioni. Gracias a las enseñanzas de este y a la trayectoria de la propia diseñadora, la asturiana (que vive en Milán) ha destacado por unas obras donde el enfoque más humanista se da la mano con la tecnología y el plano más social.
La ya nueva académica es directora creativa de Cassina, además de trabajar y colaborar con otras conocidas marcas como son B&B Italia, Boffi, Flos.
El concepto del diseño y el papel del diseñador
Esta fue la pieza central del discurso que Patricia Urquiola dio en el acto de celebración de su ingreso como académica en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Una candidatura que fue presentada por la catedrática Estrella de Diego, el arquitecto Luis Fernández-Galiano y el jurista Alfredo Pérez de Armiñán.
Las primeras palabras de la asturiana fueron para agradecer este honor, como ella mismo dijo, tanto a los académicos que propusieron su candidatura, como a dos nombres conocidos como son Alberto Schommer, fotógrafo alavés ya fallecido, y el arquitecto navarro Rafael Moneo. Especial mención hizo también hacia Alberto Corazón, que fue el que incorporó el diseño en la sección de Nuevas Artes de la Imagen.
En su turno de palabra, la diseñadora y arquitecta puso sobre la mesa la reflexión sobre el concepto del diseño y la labor del diseñador, "abarcando desde la visión ética del mismo, las afinidades y divergencias con las creaciones plásticas o los retos que plantea la continua evolución del mundo". Un discurso en el que Patricia Urquiola tuvo tiempo de echar la vista atrás hasta su infancia y su formación, poniendo de relieve cómo todos esos años forjaron su identidad y, de alguna manera, son también parte esencial de su obra y de sus proyectos.
Según sus palabras, el diseño no parte de cero, sino que evoluciona en un camino donde en ocasiones la libertad creativa se ve condicionada tanto por el encargo como por los condicionantes del momento, los cambios tecnológicos, sociales, de consumo… Una especie de caos que, sin embargo, no debe enmascarar la convivencia de un todo conectado. De ahí que, en su discurso de ingreso como académica, Patricia Urquiola apostara por el vínculo entre naturaleza y sociedad, sin olvidarnos de la sostenibilidad del proceso y la revalorización de los materiales empleados.