Ubicado en el prestigioso barrio de Otemachi, Four Seasons Tokyo se erige majestuosamente como un monumento arquitectónico, fusionando lo moderno con lo tradicional en perfecta armonía. Una propiedad que abrió sus puertas en 2020, siendo el segundo hotel de la firma en la ciudad, pero que rápidamente consiguió marcar su estilo propio y ser todo un emblema de la capital nipona. Más por sus vistas espectaculares del famoso Palacio Imperial rodeado de tanta natura, siendo uno de los principales pulmones verdes.
El Four Seasons Tokyo at Otemachi se ubica en los pisos superiores de un majestuoso rascacielos en el corazón del distrito financiero. La recepción, en el piso 39, es el punto más alto del hotel donde todo ocurre -desde el desayuno, a su famoso afternoon tea, gimnasio, spa, sala social y mucho más-. Los dormitorios se encuentran en los pisos inferiores, en los cuales se accede por un ascensor diferente y reservado para los huéspedes. Una distribución un tanto curiosa o más bien moderna, pero que nos permiten hablar de un hotel que ha marcado tendencia desde que abrió sus puertas y que el mimo por los detalles se palpa en cada rincón.
Hablemos de diseño
Como ya viene siendo un punto característico en la mayoría de las propiedades de la firma, Four Seasons Tokyo es una oda al estilo japonés, país en el cual se encuentra, pero de manera sofisticada y no intrusiva. "La propiedad es un reflejo del diseño y tradiciones de Tokyo pero sin ser agresivos. Queremos que el huésped se introduzca poco a poco en la cultura, sin ser un choque cultural drástico", nos cuenta Mazhit Ismailov, Senior Director of PR and Communications del hotel.
Estilo minimalista, una paleta de colores neutros y tonos cálidos, principalmente por el gran uso de elementos naturales como la madera y la piedra. "El objetivo desde el primer momento fue crear espacios zen, que indujeran a la relajación y a un sentimiento de estar en casa, pero con vistas espectaculares de la ciudad y en un hotel que busca satisfacer todo tipo de detalles", sigue explicando Mazhit.
Los detalles son altamente importantes en la propiedad: en cada rincón se aprecian toques cuidadosamente seleccionados que destacan la riqueza de la cultura nipona. Ramos de flores elegantes y exuberantes; una exquisita selección de telas, delicadas cerámicas en los espacios comunes y muchísimo más. "La cultura japonesa percibe la mayoría de las cosas como inacabadas, como en constante elaboración, porque en ello reside, por así decirlo, la excelencia. Y esto mismo buscamos mostrar en algunas partes del diseño del hotel.
Gran ejemplo de ello son las paredes que conectan el interior con el exterior en la planta baja, en color naranja y confeccionadas con un relieve que parece inacabado, pero que precisamente se buscó hacerlo así para homenajear esa tendencia nipona" relata Mazhit. Cada elemento ha sido elegido con esmero para ofrecer a los huéspedes una experiencia auténtica y envolvente, donde la belleza única de Japón se revela en cada detalle.
Dormir con vistas impresionantes
Las habitaciones y suites de la propiedad están lujosamente decoradas con textiles naturales (como piedra y algodón puro) en tranquilos tonos neutros. Bañadas de luz natural, son muestra del lujo discreto y la pasión por los detalles. Amplios ventanales dejan entrar luz en todo momento y ofrecen vistas panorámicas de la ciudad, sus suntuosas áreas verdes y emblemáticos rascacielos. Y a ellos se le agregan lámparas de mil diseños diferentes, flores, cojines elegantes y muchísimo más.
La decoración se mueve entre la elegancia internacional refinada y los sutiles motivos asiáticos; sabrás al instante que estás en un Four Seasons, pero nunca olvidarás que estás en Japón. Importante recalcar las obras originales del artista Namiko Kitaura que se encuentran en los dormitorios y suites. Un homenaje al arte y los textiles japoneses.
Gastronomía de primer nivel
El hotel suma restaurantes y bares a la colección de los mejores establecimientos de comida y bebida del mundo de Tokyo, todos ellos atendidos por chefs de primer nivel como Guillaume Bracaval, Yoshihiro Kigawa, junto con una gran cantidad de gurús de la repostería y chefs especializados. Destaca Est, uno de sus restaurantes insignia con estrella Michelin en Tokyo con cocina francesa contemporánea. Un espacio que permite cenar entre las nubes y tomar aire fresco en medio de la bulliciosa ciudad con una gran apuesta por la sustentabilidad: Est mantiene una filosofía ecológica en la alta cocina, obteniendo orgullosamente el 95 % de los ingredientes de agricultores, pescadores y recolectores locales de todo Japón.
No pasa desapercibido tampoco PIGNETO, su restaurante de cocina italiana con las pizzas más deliciosas de la ciudad (o eso dicen). Y por supuesto, el afternoon tea es también todo un emblema de la propiedad tanto para locales como huéspedes. Siendo una actividad que los japoneses adoran, en Four Seasons se puede disfrutar todos los días junto a enormes ventanales con vistas panorámicas mágicas.
Si estás pensando visitar próximamente Tokyo, Four Seasons Hotel at Otemachi es sin lugar a dudas una opción a considerar para vivir una aventura local, pero al mismo tiempo, con todo lujo de detalles. El hogar lejos del hogar, nunca mejor dicho.