Felicidad: Estado de grata satisfacción espiritual y física. Un sentimiento que se puede lograr con pequeñas cosas en el día a día; incluso sin salir de casa, como le ocurre a nuestra protagonista de hoy, la abogada y diseñadora de trajes de flamenca Lourdes Montes. En su caso, su felicidad no está en las fiestas exclusivas a las que asiste, los viajes alrededor del mundo o los regalos que le hacen las marcas comerciales con las que trabaja.
Para ella, ese bienestar emocional se encuentra en su casa; pero no en tener un salón de grandes proporciones, un jardín inmenso con jardín o el último modelo de televisor para ver sus películas favoritas. Todo lo contrario, estos son los detalles con los que disfruta sencillamente la sevillana.
La vena coleccionista de Lourdes Montes en 6 fotos
A mucha gente le apasiona, le hace feliz y le relaja a partes iguales coleccionar todo tipo de objetos; y en el caso de Lourdes Montes, estos artículos son tazas de té. No solo le gustan estas piezas de vajilla a modo decorativo; sino que, como buena amante de las infusiones, nada como disfrutarlas cada día en una pieza antigua de lo más especial y encantadora. Es uno de sus momentos favoritos cuando las saborea con calma.
Un aroma a hogar
No hay nada como los olores que te acompañan toda la vida, te traen recuerdos, te viene a la mente una persona o bien te lleva a ese hogar familiar en el que uno ha sido tan feliz. Aromas que luego trasladamos a nuestra propia casa cuando somos mayores y ya asociamos a nuestro espacio, nuestro refugio y nuestra propia familia. Y a la sevillana le sucede lo mismo en forma de velas; pero no unas cualquiera, sino las que le regala su madre y hacen que su casa huela a las mil maravillas.
Pequeñas obras de arte de lo más especiales
Pero cuando hablamos de obras de arte no nos referimos a cuadros o esculturas de artistas famosos y con un precio incalculable; sino a aquellas con un valor añadido de lo más personal y sentimental. Es el caso de un precioso collage que tiene en su casa en una de las paredes y es de lo más especial y único por todo lo que representan: sus dos hijos, más la hija de su marido a la que considera como propia, su fervor religioso y el amor por lo taurino de toda la familia y en concreto por la corrida Goyesca de la localidad de Ronda. Todo un mix colorido de lo más original y encantador.
Cuadritos pequeños, postales, acuarelas, grabados de botánica...
Cuanto más antiguos mejor. Y es que a Lourdes Montes no le pueden gustar más todo lo que sean grabados, pequeñas postales, acuarelas o grabados con temática natural y botánica... sobre todo si estos tienen años e historias a sus espaldas. Los colecciona y no hay rincón de su casa donde no se vean unos pequeños limones con aire vintage o una postal que cuente un recuerdo de hace décadas.
Su mesita de noche
Las velas de las que hemos hablado antes se repiten en el dormitorio principal de la casa de Lourdes Montes y en esta ocasión guardan un sitio de lo más especial en la mesilla de noche. Un lugar más que privilegiado para crear una atmósfera intimista, envolvente y acogedora junto con el agua para la almohada de la marca Guerlain (sueños que huelen) y un poemario para reflexionar antes de irse a dormir. Todo un ritual de calma y paz que hace cada noche la diseñadora andaluza y que la hace inmensamente feliz.
Los armarios que huelen a limpio
Los olores son una parte fundamental en el hogar de la diseñadora y hay un olor muy característico con el que disfruta cada mañana. Ese momento de abrir un armario y que todo el aroma a ropa limpia y recién lavada y colocada impregne toda la estancia. Esto es la verdadera felicidad; sobre todo en el cuarto de lo más pequeños de la casa.
Sus fotos mezcladas con dibujos de los niños
Pero, donde sobre todo se nota la felicidad y la sonrisa en la cara de Lourdes Montes, es cuando habla de su familia; su mayor tesoro, como ella misma reconoce ante los medios de comunicación siempre que le preguntan. Una familia que se mantienen unida y que crece junta con el paso de los años y los recuerdos que se mezclan entre fotografías de los mejores momentos de su vida y los divertidos y entrañables dibujos de sus hijos pequeños.