2. Haz que sea un reflejo de ti y de tu personalidad
La entrada a tu casa es una oportunidad de permitir a los invitados descubrir parte de lo que se encontrarán al traspasar la puerta. De esta manera, además de poner tu sello personal, fortalecerás la transición deseada por el Feng Shui. Aunque siempre debes mantener el minimalismo, es posible personalizarla con algunos toques de estilo. Así, puedes cambiar el color, evitando siempre los tonos demasiado agresivos, los de moda de los que te cansarás enseguida o las tonalidades aburridas y sosas. Azul marino, verdes o amarillos, en sus versiones suaves o eléctricas, son buenas opciones.
Una buena idea es colocar plantas, ya que aportan alegría y vitalidad. Elige especies perennes, con flores y olorosas para enviar una señal positiva en macetas sencillas, pero elegante. El Feng Shui recomienda las peonías, el romero, la magnolia o el aloe vera, vectores de buenas energías. Además, estas especies también pueden ayudarte a marcar el camino hacia la casa. No te olvides de la iluminación (cálida), ya que te ayudará a potenciar las cualidades de la entrada. Las guirnaldas de luces crearán un ambiente bohemio, mientras que los focos más moderno.