¿Sabes cómo se conoce a los jóvenes que nacieron entre 1995 y 2015? Es la Generación Z que, con sus gustos y su nuevo estilo de vida, incluso han conquistado terrenos como los de la decoración. Un ejemplo lo podemos ver en el colorido y ecléctico salón que la creadora de contenido Anita Matamoros (la hermana pequeña de Laura Matamoros) que muestra orgullosa en sus redes sociales para que descubramos esta estancia de su casa madrileña. Una vivienda en la que lleva más de dos años y donde hasta ahora no había dado forma a este espacio como a ella realmente le gustaba. Ahora sí es lo que ella quería gracias a detalles donde la mezcla de estilos, los colores y las piezas especiales y personales marcan la esencia. Por decirlo de otro modo, su salón responde a esa actitud de su generación.
¿Cómo es la decoración de la Generación Z?
Con esta nueva tendencia decorativa, estos jóvenes buscan diferenciarse de patrones más clásicos o encasillados en estilos más convencionales para dar rienda suelta a su creatividad e imaginación mientras se da forma a espacios que sientan como suyos y que reflejen dicha personalidad inconformista, moderna y atrevida. Espacios donde además los integrantes de esta generación se reúnen para pasar el tiempo juntos y para ello nada mejor que amplios y confortantes sofás (como el de la casa de nuestra protagonista) donde caben amigos y familia.
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Otras de las características de este estilo decorativo habla de soluciones ingeniosas para dar una segunda y nueva vida a muebles o a objetos decorativos. En el caso del salón de Anita Matamoros esta polivalencia y versatilidad se traduce en una mesa que ha creado con lo que antes era un curioso espejo. Estampado damero en movimiento que añade a la escena una nota psicodélica y vanguardista y que contrasta con la librería de madera que preside una de las paredes del salón; quizá el único detalle algo más clásico del mismo.
Atrevimiento decorativo y colorido
En el salón de Anita Matamoros vemos también guiños a una decoración vintage y retro (como vemos por ejemplo en algunas de sus luminarias, su mueble para el tocadiscos o el espejo de su rincón de música). La seña de identidad para una Generación Z que además apuesta también por esa mirada al pasado en forma de muebles reciclados o recuperados; es el caso del mencionado espejo, además de las butacas de polipiel que tienen más de 15 años o su colección de cámaras fotográficas antiguas.
Mucho color y mezcla de estilos es lo que a grandes rasgos se ve en esta casa que deja a un lado los tonos neutros y hace un guiño hacia la cultura pop y underground. Y entre esos tonos llamativos, el rosa es uno de los colores fetiche de Anita como se ve en la guitarra que adorna una de las paredes (regalo de su novio cantante), así como en sendos cuadros de arte contemporáneo que visten otras partes de unos muros que no tienen más decoración.
Como curiosidad, una de estas serigrafías pertenece al artista Miguel Caravaca; autor elegido también por su hermana Laura para colocar en uno de los baños de su casa. Ambas adoran estos trazos joviales, irreverentes y llenos de creatividad y donde se deja ver la huella del cubismo, el pop art o el arte urbano. Muy propio de la Generación Z.