A primera vista, tu casa puede parecer limpia e, incluso, impoluta. Pero hay tipos de suciedad (como células muertas, sudor o pelos) que son prácticamente imperceptibles para nuestros ojos. Y son todos estos elementos los que pueden provocar malos olores e incluso problemas en la piel o la respiración.
Mantener la casa siempre limpia no es tarea fácil y a eso se le suma que cada habitación y cada material tiene un método de limpieza único. Tras sacar tiempo y organizar nuestras tareas de casa, es conveniente tener en mente cómo debemos limpiar cada cosa.