Según la Encuesta Continua de Hogares (ECH) del Instituto Nacional de Estadística, en 2021 el 15,9% de los españoles vive en hogares bajo régimen de alquiler. Aunque en nuestro país lo más típico es vivir en una casa en propiedad, cada vez es más común mudarse a un piso de alquiler, especialmente para la gente joven que se independiza. Uno de los principales motivos tras esta tendencia creciente son los bajos sueldos en comparación con los precios de la vivienda. 

Una de las principales desventajas de los pisos de alquiler es que el inquilino no puede hacer las reformas que quiera para adecuar el hogar a sus gustos. Normalmente, los grandes cambios que modifican su aspecto no están permitidos, aunque siempre se puede llegar a un acuerdo con el propietario. En muchos casos, este accede a permitir la reforma que el inquilino solicita si los gastos corren por su cuenta a cambio de algún descuento en las cuotas del alquiler o también si son cambios que van a mejorar sustancialmente el aspecto del piso. 

Sin embargo, hay algunos trucos para poder hacer cambios en el piso de alquiler que habites con los que darle tu toque personal, pero que son fácilmente reversibles, por lo que el propietario puede deshacerlos una vez abandones el piso. De esta forma, no se suele perder la fianza que se anticipa y se consigue una mayor sensación de hogar. Eso sí, siempre deberías consultar con tu casero antes de hacer la mayoría de estos cambios simplemente para asegurarte de que no hay ningún problema. Lo más posible es que no te pongan ningún problema, así que toma nota.