La madera sigue siendo protagonista a la hora de guiar nuestros pasos en los pavimentos más naturales. Belleza, atemporalidad y nota elegantemente cálida son las bazas que juegan a favor de decantarnos por este tipo de suelo. Pero, en este caso, le vamos a ser un poco infieles, con una alternativa de lo más auténtica y en la que no hace falta reparar mucho para recordar la casa de campo que tenía tu abuela.
Sí, lo has adivinado, los suelos de terracota se han convertido en toda una tendencia para vestir desde los pies las casas más personales, únicas y con un tono acogedor.
La magia más genuina
Olvida de tu mente la idea de que este tipo de suelos, los de terracota, solo expanden sus tentáculos decorativos y funcionales en interiores como baños o cocinas de aire rústico, así como en terrazas y porches. Estancias estas últimas fáciles de adivinar y que siempre se prestaban más a este tipo de suelos más rústicos y naturales. Ahora este barro cocido entra de lleno en las casas, sea la estancia que sea, para empezar a vestir su estilo desde abajo con pinceladas originales, auténticas y artesanales.
Señales todas ellas que van de la mano de las texturas, formas y colores irregulares que impregnan estas baldosas que seguramente viste en casa de tus abuelos y que, ahora, como todo en moda y en decoración, han vuelto como una tendencia más en interiorismo. Aquella que nos lleva a postales calmadas, cálidas y en mitad del campo pero sin cambiar de siglo. Y es que sí, los suelos de barro son modernos y te lo confirmamos con estas imágenes.
Lo tiene todo
En esa búsqueda y regreso a lo más tradicional y a lo de siempre, los suelos de terracota cada vez ganan más adeptos y no es para menos. Una cada vez más llamativa inclinación a este tipo de pavimento más auténtico y que hace gala de numerosas ventajas. La primera de ella es su precio más que razonable, además de lo fácil que es su limpieza y la capacidad aislante que ofrece tanto en verano como en invierno.
Un material orgánico y sostenible que ofrece una estancia de lo más homogénea, estéticamente hablando gracias a un acabado perfecto tanto en estilos decorativos algo más rústicos como para dar una huella más moderna y contemporánea.
Aires geométricos que no pasan de moda
Si no quieres un suelo que pase completamente desapercibido, te presentamos otra solución ideal y con la que también viajamos en el tiempo. Además de los suelos de barro, los formados por baldosas hidráulicas ocupan el espacio que dejan los de madera en este recuerdo (totalmente en tendencia, por otro lado) hacia las casas de pueblo de nuestra abuela y esos hogares de los años 60 y 70.
También entonces veíamos estos motivos geométricos que dan forma a figuras de lo más originales y que ahora, décadas más tarde, vuelven a gozar del favor popular gracias a su diseño colorido y a la personalidad infinita que traen consigo. A su favor: su carácter artesanal, su diseño único (ideal para estancias más contemporáneas) y su resistencia en los rincones con más trasiego en el día a día. Eso sí, si queremos que estén como el primer día, es importante aplicar un tratamiento para evitar la humedad y limpiarlos con productos que no sean abrasivos, ya que podrían llevarse su llamativo color.