Lo de las francesas siempre ha sido ir a la última en cuestión de moda o de interiorismo y decoración. No en vano, en multitud de ocasiones nuestras vecinas nos han demostrado cómo van un paso más por delante en las tendencias tanto en el vestir como a la hora de decorar sus viviendas parisinas o sus casas de campo en mitad de la campiña con todo el encanto, savoir faire y elegancia francesa.
Una de estas prescriptoras en moda e interiorismo es la empresaria francesa Anne Laure Mais (directora creativa de una firma de moda y dueña de una señorial villa vacacional en la bahía de Arcachon). Ha decorado con sumo gusto su hogar con una estética que para nosotros tiene todo el sentido en forma de su salón: techos altos, molduras artesanales y clásicas, detalles elegantes y piezas de diseño de estilo vanguardista. Nunca unir siglos y estilos había dado un resultado tan perfecto en decoración y con tanta armonía, con solo un golpe de vista.
La mezcla que es todo un acierto
Musier es el nombre de la firma de moda de la que esta francesa es directora creativa. Prendas que hacen suyo el gusto por los tonos neutros, relajados, los tejidos suaves, los patrones algo más clásicos con ciertos destellos de diseño vanguardista, así como los detalles de confort con una atemporalidad que es marca de la casa. Un leitmotiv que, salvando las distancias, ha sabido trasladar a la decoración del salón de su casa. Un espacio protagonizado por la altura de sus techos, remarcados estos por unas impresionantes y preciosistas molduras antiguas que se dan la mano (en origen también temporal) con la particular chimenea de siglos pasados, así como con el personal suelo de madera antigua en forma de espiga. Todo un emblema decorativo en las casas francesas donde la elegancia se asume ya como algo propio e innato.
Junto a estas señas del pasado vemos ciertas reminiscencias más actuales y modernas en forma de piezas cuidadosamente seleccionadas para el interiorismo de este salón. Es el caso del sofá de tono gris de líneas redondeadas y orgánicas, la alfombra minimalista y lisa en el mismo color, la mesa de cristal en un alarde de equilibrio decorativo y algunos objetos más llamativos como la curiosa lámpara del techo de papel y una butaca arquitectónica que casi parece un detalle escultórico. Hasta un espejo se cuela en la escena, pero sin integrarse, aparece en el suelo apoyado sobre una hilera de libros.
Poco barroco en el resto de estancias
Sin llegar a ser minimalista del todo ni presumiendo de aire escandinavo (todo lo contrario, ya que la casa respira ambiente y estilo francés por sus cuatro costados), el barroco no es que sea una de las máximas de la decoración de la casa de Anne Laure Mais. Aquí no proliferan los objetos decorativos por doquier. Como ejemplo, el dormitorio de esta empresaria francesa donde solo llaman la atención tres detalles: la amplia cama con ropa de cama luminosa, la original lámpara con detalles de conchas en relieve y una gran alfombra con estampado de animal print. Es la única concesión al color que se permite (sin salir de una gama más estática y poco vibrante) entre tanto neutro y beige en esta apuesta minimalista para no sobrecargar un espacio tan íntimo.
El dormitorio
Ha terminado decorando el dormitorio con la misma idea que en el salón: un pequeño cuadro con marco negro. También ha apostado por un cabecero de madera oscura, una de las tendencias del momento. Como ves, no faltan las piezas vintage: unas lámparas con efecto cristal que consiguen añadir amplitud y un jarrón que aporta el toque artístico. Mira:
En el vestidor, uno de los muros se ha revestido de arriba a abajo de armario de madera con perfilería en negro (a juego con un jarrón decorativo cercano). Diseño que nos lleva a cierto recuerdo a los años 50 en este espacio de su casa, donde de nuevo se replica la máxima de decorar la estancia con pocas piezas pero muy meditadas; en este caso todas ellas con cierto regusto vintage y clásico.
El recibidor