Las francesas siempre han sido un referente de estilo. En la moda, las mujeres del país galo han sido pioneras en cuanto a tendencias y prendas innovadoras. Con el paso de los años, esta visión por la estética y la elegancia la han traslado a los espacios interiores. Hemos podido ver cómo algunas de ellas han apostado por las cocinas abiertas al salón o los guiños a los toques clásicos de la corriente beaux arts. Además, también tienen la fórmula perfecta para decorar la pared del sofá para conseguir un ambiente minimalista y original: situar cuadros blancos.
La arquitecta e influencer francesa, Julien Sergent Ferreri, nos enseña cómo se puede llevar a cabo esta idea en un piso pequeño. La creadora de contenido apuesta por decorar la pared con unos cuadros blancos muy discretos y elegantes, con el objetivo de maximizar la estética neutra de los muros. Es una manera de proporcionar relieve y dinamismo a extensiones livianas y con cierto estilo nórdico.
La idea de la arquitecta francesa, Julien Segent, para decorar la pared del sofá
La decoración de la pared del sofá siempre ha traído quebraderos de cabeza, al igual que pasa con la del cabecero del dormitorio. Suele ser un muro amplio y vistoso, razón por la que el estilismo del mismo tiene una gran relevancia. Grandes cuadros, espejos o la apuesta por un blanco completamente liso, son algunas de las opciones que han reinado hasta ahora. Sin embargo, esta arquitecta francesa, nos demuestra cómo se puede apostar por una alternativa minimalista, pero sin sobrecargar un espacio tan importante.
A través de sus redes sociales, Sergent enseña cómo ha integrado unos cuadros blancos en la pared de su sofá. El acabado de todo el muro es blanco, por lo que la combinación con cualquier color hubiera sido acertada. Sin embargo, la arquitecta no optó por la gran variedad de las gamas cromáticas y decidió por dar aún más presencia a la pureza del color, jugando con los niveles. Apostó por elevar la presencia de la pared con unos cuadros del mismo matiz. De esta manera, la extensión gana prominencia y da continuidad a la neutralidad del color principal.
Con esta idea, el minimalismo se apodera de la pared. La estética blanca, serena y con pocos detalles decorativos da paso a que las notas de color se pongan con otros elementos, como es el sofá verde o la alfombra con estampado. No obstante, los cuadros del apartamento de Julien aportan un toque robusto y firme gracias al marco fino de madera clara. Es un buen recurso para otorgar naturalidad a la ambiente y de forma reiterada, ya que situar tres modelos exactamente iguales, contribuye a que el espacio gane en sintonía. La incorporación de este componente es una clara alusión a la calma del estilo nórdico, caracterizada por mezclar materias primas con tonos neutros.
Más cuadros en la otra pared del salón
En el otro lado del salón, la arquitecta francesa apuesta por poner más cuadros, pero de un estilo muy diferenciado. En este muro, Julie Sergent opta por unos modelos llenos de color, con matices que combinan con el resto de muebles de la casa, como el verde que se conjunta con el sofá o el jarrón inferior. Además, escoge no integrarlos complemente en la pared, sino que prefiere dejarlos apoyados sobre los estantes, sin ningún tipo de sujeción incorporada en la verticalidad.
Los estantes obtienen un gran protagonismo en esta zona del salón. La influencer los utiliza no solamente para almacenar aquellos objetos que se quieren tener a la vista, sino como principales elementos para decorar las paredes con ideas muy singulares. A diferencia de la pared paralela, esta contrasta al tener más detalles decorativos.