"Como profesionales del diseño de interiores, muchas veces recurrimos a pequeños trucos que nos ayudan a moldear el espacio según las necesidades del usuario final y las características de la estancia en la que vamos a intervenir", introduce María Lozano, arquitecta, interiorista, diseñadora y fundadora del estudio The Dream Lab o The D Lab.
Y sigue: "El color es una herramienta magnífica para destacar cualidades u ocultar posibles defectos. Hoy queremos compartir un par de pistas sobre cómo utilizar el color, unas pistas que pueden ser de gran ayuda en el caso de que tu salón tenga unas dimensiones algo ajustadas y quieras que se perciba como más grande".
QUÉ COLOR USAR EN SUELOS Y PAREDES
Si nos encontramos ante un salón pequeño, y queremos darle amplitud visual, el color puede convertirse en nuestro mejor aliado. Tal como aconseja la interiorista, "es importante asegurarse de que los colores escogidos para el suelo y las paredes sean tonos claros, y a ser posible, fríos, ya que nos ayudan a crear estancias más espaciosas visualmente".
Si aún teniendo un salón que no es especialmente grande, queremos atrevernos con colores llamativos en las paredes, "la mejor opción será pintar el techo de blanco", explica la interiorista. Añadirá luz y dará el efecto de amplitud que buscamos.
1. Salones alargados y pequeños
¿Tienes un salón pequeño y alargado? María Lozano nos da el truco definitivo. "Si el ambiente en el que estamos trabajando es demasiado alargado, tipo tubo, y queremos que una de las paredes parezca más cerca - para contrarrestar la excesiva profundidad - píntala de tonos oscuros". Este truco permite acortar el efecto pasillero que se genera en habitaciones muy alargadas, haciéndola parecer más cuadrada. Si se prefiere un tono claro, lo mejor es optar por uno muy cálido, pero de color intenso. Lo mismo aplica para el pasillo.
2. Salones rectangulares
Hay veces que queremos que la pared parezca ,más alejada, algo muy común en salones rectangulares y estrechos. "Debemos optar por tonos claros y fríos, que den sensación de amplitud. Elige un azul o amarillo clarito", propone la interiorista.
3. Salones con techos bajos
Cuando la estancia dispone de techos demasiado bajos, y queremos que el efecto sea de mayor altura, podemos optar por pintar el techo de un color más claro que las paredes. "Sí estás decidido a apostar poe el color, recuerda que los tonos luminosos y los fríos (verdes, azules o violetas) ayudan a una mayor sensación de espacio.
¿PUEDO USAR EL PAPEL PINTADO EN UN SALÓN PEQUEÑO?
María explica que debemos evitar los revestimientos con dibujos grandes, ya que se comen el espacio y pueden llegar a generarnos agobio o sensación de claustrofobia. "Si te apetece introducir un estampado, elige uno sin mucha fuerza y de pequeña escala. Los estampados grandes, mejor reservarlos para estancias en las que pasaremos poco tiempo y queramos crear un gran impacto. Los aseos o recibidores son ideales", puntualiza.
COLORES OSCUROS, SIEMPRE CON UNA INTENCIÓN
"Por lo tanto, a modo de resumen, NUNCA utilices colores demasiado oscuros en espacios pequeños si no quieres que el color se apodere de la estancia. Ni negros, ni azules oscuros, ni verdes apagados, ni granates fuertes... ", concluye María. Debemos evitar cualquier cosa que no transmita luminosidad, y cuando sea posible, elegir siempre tonos fríos claros. Los azules o verdes en sus gamas claras serán nuestros mejores aliados. Si prefieres un blanco, escoge un blanco frío que tire más a gris que a marrón.
"Utiliza colores oscuros solo cuando dispongas de mucha luz natural, la estancia sea muy grande o quieras conseguir un ambiente extremadamente íntimo y dramático. Si ese es tu caso, entonces adelante, y a disfrutar de un espacio con mucha personalidad. Recuerda que ningún color está prohibido, siempre que sepamos como aplicarlo".