“Nuestros clientes, una joven familia, deseaban regalar esta vivienda a sus padres con una renovación completa. Solo contábamos con información general sobre los futuros inquilinos, sin recomendaciones ni restricciones específicas, pero desde el principio comprendimos que el enfoque no sería seguir las tendencias modernas de interiorismo, sino más bien soluciones tradicionales diseñadas para garantizar una vida confortable para la pareja mayor”, señalan las interioristas Maya Guzovskaya e Yana Bykova, autoras del proyecto.
Situado en el centro histórico de Moscú, en uno de los edificios más singulares de la ciudad, el proyecto de las interioristas consistió en revitalizar este antiguo piso, que había pasado por varios dueños. Para ello, emularon las rehabilitaciones de edificaciones históricas de capitales europeas, preservando la estructura clásica original, como la distribución y las molduras, y renovando el interior con materiales de acabado modernos, mobiliario y sistemas de iluminación.
Originalmente, el piso de 75 m² poseía techos altos y una disposición 'enfilade' (habitaciones alineadas y comunicadas entre sí), que se ha mantenido desde que se construyó el edificio en 1940 y que impuso ciertas restricciones. "Desde el principio quedó claro que era mejor optar por tonos claros, debido a ciertos problemas con la iluminación diurna, ya que las ventanas de las habitaciones son pequeñas y están ubicadas en un solo lado y, además, tuvimos en cuenta el tono oscuro del parqué, que se conservó y restauró", indican las interioristas.