Nada más entrar en este piso, la sensación de armonía, uniformidad y elegancia con la que te recibe, te hace olvidar que apenas cuenta con 50 metros cuadrados. Ayuda mucho la atmósfera creada a partir del predominio del blanco combinado con el suelo de madera de roble en Punta Hungría, que incrementa ese bienestar visual y de confort que te acompaña permanentemente.
Este proyecto de interiorismo es un trabajo de Deca Estudio , cuyas fundadoras, Clara y Elena, lo definen como "la metamorfosis de una buhardilla de 50 m² en el corazón de Bilbao". Frente a esta superficie, tuvieron claro que la distribución debía priorizar los espacios abiertos y diáfanos, así como potenciar la cubierta inclinada de la que presume el piso, además de idear algunas soluciones muy inspiradoras.
Toma nota de los dos secretos mejor guardados del proyecto
Pasado el agradable impacto inicial y entrando ya en los cuidadosos detalles, las sorpresas no hacen más que empezar. El primero es que para la separación entre el dormitorio y el salón se prescindió de tabiques y puertas convencionales al diseñar un cerramiento de vidrio y madera lacada en blanco. Esta solución permite ganar amplitud y maximizar la entrada de luz natural.
Otro de los secretos de este proyecto es la pared panelada que hay en un lateral de la cocina. Queda perfectamente integrada porque se fusiona con la estética general del piso y a simple vista nadie diría que este armario invisible oculta tras sus puertas un espacio de almacenaje, un desayunador y lo mejor de todo: ¡el cuarto de baño!
"En este proyecto hemos optado por un mobiliario cuidadosamente seleccionado en el que se da prioridad a la simplicidad y elegancia de los materiales naturales" _ Deca Estudio