Cocinas invisibles: la obsesión de los pisos pequeños se democratiza

Pequeña y con color

Comenzamos con un claro ejemplo de una cocina escondida entre armarios que ayuda a ampliar el pequeño salón cuando no está en uso. De hecho, la isla de acero inoxidable - que, por cierto, es un material en pura tendencia que sale de cocinas y baños para decorar el salón e incluso el dormitorio - incorpora ruedas para que sea fácil de mover, a la vez que puede usarse como mesa de comedor e incluso como escritorio.

A nivel material, cabe destacar la fantástica idea de combinar madera en su color natural con puertas lacadas en verde botella, pudiendo cambiar por completo la decoración de la sala cuando se nos antoje. Si queremos un espacio más cálido, cocina abierta, si queremos más amplitud y minimalismo, cerrada.

Máxima integración

Tener la cocina CERCA del comedor es práctico, tenerla EN el comedor puede ser molesto - por estética, olores y ruidos-. Gracias a las cocinas invisibles, podemos tener la zona de cocción lo suficientemente cerca y lo adecuadamente lejos (o separada).

Más allá de sus ventajas operativas, esta cocina diseñada por la marca italiana líder en puertas, nos presenta un diseño elegante y moderno que mezcla maderas claras y negras, unificando cromáticamente las dos estancias. El sumo de la integración y la coherencia.

Parcialmente escondida

Como es fácil de prever, la motivación de esconder esta cocina no era la falta de metros, sino la necesidad de cerrar una parte de la cocina para agregar elegancia al salón.

Pero, se ha escondido tan solo una parte de la gran cocina, en concreto la zona con más cajones, electrodomésticos y rincón de lavado. Una idea ingeniosa, ya que la isla es decorativa y la parte de almacenaje de la derecha está diseñada con frontales minimalistas, sin tiradores y con grandes puertas - detalles que contribuyen a una mayor continuidad-.

Diminuta y práctica

El fabricante de cocinas japonés Sanwa ha diseñado el mueble Affilato Hide, creado especialmente para pisos muy pequeños y que incluye fregadero y cocina detrás un par de puertas plegables de acero. Cuando están cerradas, se confunde fácilmente con un armario cualquiera.

Efecto glam

Por muy prácticas y funcionales que sean las cocinas invisibles, la estética también es una parte esencial, y este ejemplo corrobora que la personalización no tiene límites. Hasta ahora hemos podido ver interiorismos más modernos y naturales, pero también existen diseños más sofisticados y glamurosos como este. 

¿Cocina o biblioteca?

Esta pared tan fácil se convierte en cocina como en biblioteca. Y es que lo de aprovechar al máximo el espacio disponible se ha llevado al extremo, fusionando dos espacios aparentemente inconexos. La clave del proyecto está en usar el mismo material en las estanterías y en las puertas que esconden la cocina. 

Podríamos caer en el error de cubrir también con puertas la parte de estantes, pero los libros son un producto decorativo que suma personalidad y estilo. Si, en cambio, usásemos ese espacio para guardar material de cocina, ropa antigua, etc., lo mejor sería cerrarlo.