En la mayoría de las casas, colocar el sofá pegado a la pared es una práctica de lo más habitual. Es una disposición que, en principio, parece la opción más lógica para aprovechar el espacio, pero en realidad puede hacer que el salón parezca plano, sin dinamismo ni personalidad.

La clave para elevar la estética de tu salón y mejorar su distribución está en separar el sofá de la pared. ¿El resultado? Un ambiente más estiloso, funcional y con una sensación de mayor amplitud y luminosidad. Aquí te damos diez razones para atreverte a hacerlo.

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