¿Cortinas, visillos o estores? 8 ideas de salones pequeños, acogedores y con mucha luz natural

El dilema entre poner cortinas o estores en un salón pequeño es todo un clásico en decoración. Los interioristas y otros profesionales del sector tienen puntos de vista muy diversos, respecto a cuál es la opción ideal para sumar elegancia y modernidad. Además, últimamente ha entrado un nuevo actor en el juego, el visillo. Esta alternativa es mucho más transparente y ligera que las anteriores, dos factores que en muchas ocasiones hace que esté en un punto intermedio. Sin embargo, su correcta elección no depende del modelo, sino del espacio.

Después de ver numerosas estancias con las 3 opciones, podemos afirmar que las variables que se encuentran alrededor de la ventana son las que sentencian si el visillo, la cortina o el estor son la mejor solución para filtrar la luz natural. Como su uso suele estar más presente en zonas comunes, te enseñamos 8 salones pequeños que se les ha sacado el máximo potencial gracias a elegir con sensatez.

8 salones pequeños con cortinas, estores y visillos más idóneos

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El tamaño de la ventana cuenta

Este salón aprovecha todos los metros disponibles con un sofá rinconero y una TV integrada en el mueble de la pared. Sin embargo, destaca por ubicar un estor blanco y semitransparente que proporciona mucha luminosidad al ambiente sereno en beige. El modelo elegido es un gran acierto, ya que la ventana es pequeña y alta. Para este tipo de oberturas, las cortinas y los visillos no son muy convenientes, ya que sus telas suelen abarca más de la cuenta y se ven sobrecargadas.

Una diferencia clara

Las cortinas muy traslúcidas y los visillos clásicos pueden ser muy difíciles de distinguir. En este salón podemos observar como el textil podría pasar por cualquiera de las dos opciones, pero presenta una característica muy consistente que marca la diferencia. Se trata de una cortina porque es mucho más grande que la ventana, tal y como se ve en el bajo. Además, su tejido es mucho más rugoso, aunque tenga una esencia similar al lino que pueda pasar por otra alternativa. En un espacio reducido y cristalera amplia, una opción intermedia como esta, es una gran idea para contrarrestar con inteligencia.

Visillos serenos

Cuando el ambiente del salón es calmado y puro, no dudes en poner unos visillos. Su estética casi transparente y su tejido liviano hacen que su presencia casi ni se note en la estancia. Sin embargo, su funcionalidad es igual a la de las cortinas, pero con el plus que se puede contemplar las vistas a través de ellos. Este espacio nos demuestra como es un buen aliado de los detalles beige y los materiales naturales. Con el objetivo de dar más consistencia, la tela ocupa parte del suelo y rompe con la tradicional estética ajustada del modelo vaporoso del visillo.

Una cuarta alternativa

El estilo oriental se mezcla con el nórdico en el espacio de la imagen. Los paneles japoneses con la cuarta alternativa para que las ventanas tengan tanto luz como opacidad en sus espacios. Son una versión vertical de las tradicionales persianas venecianas, pero con la diferencia que utilizan materiales más naturales y ligeros. Una de sus características principales es que se pueden ajustar a las necesidades de la estancia y pueden casi desaparecer cuando se ponen completamente rectas. En rincones pequeños y muy altos, son la opción más idónea.

Combinación de opciones

Que optes por una alternativa, no significa que debas renunciar a la otra. Este salón elegante y moderno nos enseña cómo los visillos y las cortinas se fusionan para adquirir los puntos más fuertes de los dos. Los primeros dan ese aire fresco al ambiente con un tono blanco y muy vaporoso. Las segundas, tienen un tejido más firme y opaco, que sirven para sumar la sensación de calidez a la estancia. De esta manera, se aprovecha tanto de la luz natural como de la sombra.

Saca partido a la altura

Para un ventanal bien amplio y alto, la mejor opción es una cortina que cubra todo el cristal. En la imagen, se escoge el blanco y el tejido vaporoso con la finalidad de que los rayos solares sumen calidez al salón y el espacio resulte más acogedor. Como no es una estancia muy extensa, es una buena idea que el bajo no quede arrastrado en el suelo y se aproveche para situar otros elementos.

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Materiales típicos

El tejido más recurrente en visillos es el lino. Este tiene la capacidad de que el espacio se vea mucho más luminoso y el ambiente más tamizado. El modelo de la imagen es el fiel reflejo de que este componente le da una nota natural muy correcta al salón y que se puede combinar con todo tipo de colores y texturas. El blanco y las tonalidades tierra más suaves son las mejores para complementar este textil.

Alternativas para interior y exterior

Para los salones con ventanas en más de una pared, se puede jugar con diferentes alternativas. En esta estancia, las que dan para el exterior tienen unas persianas venecianas blancas que dejan pasar la luz de una forma muy orgánica. Al no tener unas dimensiones muy amplias, no ocupan muchos metros. Por otro lado, para las cristaleras que dan para el interior de la casa, se opta por unas cortinas hechas a medida, que potencian la estética despejada y separa espacios.