La cortina es moderna. Sacúdete, por tanto, la idea de que estos complementos textiles (que tienen mucho más que darte, aparte de funcionalidad) solo caben en espacios clásicos y convencionales. Y el ejemplo perfecto lo verás a continuación con una tendencia que está de regreso en forma de cortinas poco discretas y con el estampado ochentero como seña de identidad. Funcionan muy bien en espacios modernos.

Una afirmación en la que nos acompaña María Lozano, diseñadora, interiorista, arquitecta y fundadora de The Dream Lab a la que le hemos preguntado acerca de estas cortinas con personalidad y de cómo usarlas de tal manera que acompañen el estilo actual de nuestra casa y no la envejezca. 

Vuelven las cortinas ochenteras: ¿cómo combinarlas?

1 /6
cortina Terciopelo
1 / 6

Flores actuales y modernas

House of Hackney

Larga vida al terciopelo

Como nos explica la propia María, en el mundo de los estampados y sobre todo cuando nos referimos a las cortinas, los extremos se convierte en aliados. Aquí no hay medias tintas. "O optamos por un estampado extremadamente pequeño o uno extremadamente grande. En el primer caso el patrón prácticamente desaparecerá, pero añadirá textura al ambiente; mientras que la segunda opción aportará personalidad y un punto divertido, convirtiendo la cortina en el elemento principal de la estancia" nos confirma la experta. Y todo ello sin sumar años a la estancia. 

cortina de flores rosas
2 / 6

Permanecen temporada tras temporada

Camengo

Nunca son pocas flores

Las cortinas de flores son los estampados que se siguen repitiendo cada temporada, sobre todo en el otoño cuando hacemos un guiño extra a la naturaleza. Flores que siempre han estado vistiendo las ventanas y que ahora, en el 2024, lo hacen con una versión más actualizada para no envejecer el espacio. 

Un objetivo que además se logra si acompañamos este textil de piezas más minimalistas, con las formas orgánicas que están tan de tendencia y con detalles en negro para aportar elegancia moderna. 

salón cortinas rosas
3 / 6

Abstenerse tímidos

The Dream Lab

Casi un espacio disco

En el caso de que la casa tenga ya otros elementos de la década de los 80 (como se puede ver en este suelo), lo mejor es que las cortinas vayan al mismo ritmo temporal. "Un color liso y llamativo, incluso metalizado, es la mejor opción para que se establezca un contraste y equilibre el resto de piezas de la estancia", matiza la decoradora. 

cortina estampado botánico
4 / 6

En mitad de la campiña

Morris & Friends

Hasta para el baño

No solo para mantener alejadas las miradas indiscretas en un espacio tan íntimo y personal. Las cortinas invaden todos los rincones de la casa; sí, también el cuarto de baño. Y este es un ejemplo de lo más acertado de cómo una cortina con diseño de hace cuatro décadas (con su estampado botánico y natural) puede resultar de lo más actual y acogedora en una estancia así.

No podía haber mejor color y mejor estampado para una imagen bucólica junto a la bañera exenta (otro guiño al pasado que vuelve).  

habitación amarilla, azul y con cortinas de rayas
5 / 6

Rayas que nunca fallan y siempre vuelven

The Dream Lab para The House Of Things

Diversión a raudales

Si hay un estampado atemporal que nunca cansa (como las flores) y que además tiene también esa nota ochentera, sin duda este es en forma de rayas. Verticalidad en la ventana que logra, como nos recuerda María Lozano, que el espacio tenga más dimensión. "Una vez que optas por las rayas para tus cortinas más actuales piensa bien en la combinación de colores y asegúrate de escoger los tonos que casen a la perfección con el resto de elementos de la habitación", concluye. 

cortina en tonos marrones y azules
6 / 6

Con madera y blanco absoluto

Casamance

Un guiño al otoño más actual

En este espacio sumamos varias tendencias decorativas en una. De un lado, optamos por unas cortinas imponentes (en cuanto a su estampado y dibujo) que nos trae al presente la decoración de los 80. Por otro lado, lo hace de la mano de los colores del otoño.

Un abrazo decorativo en forma de diseño y paleta cromática para inundar espacios minimalistas y donde el blanco y la madera llevan la voz cantante.