6 ideas fáciles para hacer que mi dormitorio huela siempre bien (con efecto inmediato)

Los olores cambian la percepción de los espacios, afectan a nuestras sensaciones e influyen en nuestro comportamiento. Solo tienes que pensar en lo importante que resulta a la hora de visitar una casa que quieres comprar o alquilar. Por eso, un dormitorio con un agradable aroma a limpio creará un ambiente más acogedor y agradable, perfecto para el descanso.

Lograr que siempre huela bien es cuestión de una buena limpieza, una ventilación adecuada y, por supuesto, de productos con aromas que te trasladen a tu infancia o a un campo de lavandas. Todo es cuestión de gustos. Estos seis trucos te ayudarán a conseguir la habitación y el perfume de tus sueños.

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Ventila adecuadamente

Abre ventanas y puertas e intenta, incluso, crear ventilación cruzada. Por mucho ambientador que gastes y mucha vela que enciendas, si no ventilas bien, no valdrán para nada.

¿Cuándo? Mejor por la mañana temprano. ¿Cuánto? Los expertos dicen que con 10 minutos es suficiente, pero, sobre todo en verano, no te importe aumentar ese tiempo unos minutos más... ¡o unas horas!

Abrir de par en par descongestiona, regula la temperatura, acaba con la humedad y favorece el descanso: prueba a hacerlo cinco minutos antes de irte a dormir. En este proceso de apertura, no te olvides de airear bien la cama.

La ropa de cama siempre limpia

Incluso si te vas a la dormir recién duchada y no eres de sudar, la ropa de cama debe cambiarse de forma regular, ya que, además de ser un foco de ácaros (te sorprendería comprobar los que tiene tu almohada), destila un olor, que no es precisamente a limpio.

En invierno puede que valga con cambiarlas cada 15 días, pero en verano, una semana es el tiempo máximo que debes darles antes de meterlas en la lavadora. ¿El toque infalible? Aplicar una sutil pulverización de las brumas para almohadas antes de irte a dormir. ¡No falla!

Sin polvo se duerme mejor

Acaba con el polvo. Aunque te parezca imposible, la acumulación de polvo y suciedad en suelo, muebles, alfombra y accesorios puede llegar a producir mal olor. Así, que pasa el aspirador o el trapo a diario, solo tardarás unos minutos y no dejarás que las cosas vayan a más.

Si el baño está integrado en tu dormitorio, una de las tendencias de la temporada que más nos gustan, debes ser aún más cuidadosa y revisar a menudo tanto el cubo de basura como las jaboneras, donde puede producirse moho, o las toallas que suelen impregnarse de mal olor, si no se ventilan y se cuelgan bien.

Flores y plantas

Naturales, obvio. No solo te ayudarán a dar buen olor, sino que, además, aportan sensación de frescura, purifican el aire y dan un toque natural al dormitorio.

Un jarrón con flores frescas resulta tan decorativo, bonito y vigorizante como efectivo. Ya puestas, aprovecha para deshacerte de los mosquitos y coloca, por ejemplo, una lavanda. Un auténtico dos (o tres) por uno.

Velas perfumadas

Las velas son una buena manera de perfumar en un instante la habitación y hacer que ese aroma dure mucho tiempo o al menos lo percibes así.

Puedes colocarla sobre la mesita de noche, encima de la cómoda o en tu rincón preferido. En función de tus gustos, puedes elegirlas más potentes, como el sándalo o la vainilla, o más refrescantes y cítricas si son de aromas frutales. ¡Tú eliges!

Tan importante como encenderlas y mantenerlas bien es apagarlas antes de dormir. Nunca las dejes toda la noche.

Ambientadores de hogar

En sus distintas versiones, desde difusores con varillas hasta sprays, inciensos, lámparas catalíticas… Conocerlos es quererlos, te lo aseguramos, ya que una vez que te acostumbras a su fragancia, muchos de ellos disponen de la misma para ti, no podrás pasar sin ella.

A la hora de elegirlos, debes tener en cuenta el tamaño de tu dormitorio, para elegir uno a su medida, y el lugar donde colocarlos, si están cerca de una ventana se evaporarán más rápidamente. Además, no subestimes su valor decorativo, ya que las firmas cada vez se preocupan más por diseñar frascos y envases bonitos.

Otra buena alternativa son los atomizadores de aceites esenciales. Para una versión casera, bastará con que mezcles agua unas gotas de tus aceites favoritos en un spray y refresques el ambiente de manera instantánea. Ideal para irte a la cama con tu fragancia preferida.
Sachets o barritas. Para lograr un ambiente agradable, aromáticamente hablando, no podemos pasar por alto el interior de los armarios y cajones. Las soluciones son variadas desde sachets, pequeños saquitos de tela con flores secas de lavanda o romero o aceites esenciales, hasta barritas perfumadas, que puedes colgar de la barra o de una percha, o ambientadores específicos. Todos ellos desprenden un suave olor que dura tiempo y tiempo.