Si estás pensando en viajar a Fuerteventura y eres de los que considera que el alojamiento ha de formar parte de la experiencia del viaje, toma nota de este nombre: Casa Montelongo. De hecho, los propietarios (Borja y Raúl) van más allá y directamente ya te dicen que se va a convertir "en uno de los motivos principales del viaje".
Y mientras te lo piensas (no mucho!), miras fechas y preparas la maleta, te contamos la historia de esta casa tradicional canaria y su transformación como vivienda turística en un proyecto realizado por Néstor Pérez Batista, un arquitecto canario afincado en Berlín.
Casa Montelongo está enraizada en las tradiciones más antiguas de La Oliva, municipio situado al norte de Fuerteventura, y el proyecto recupera un inmueble que constaba del casino del pueblo y la vivienda de una familia burguesa. El objetivo se basaba en priorizar el respeto a la cultura y al patrimonio arquitectónico de la isla, ofreciendo, al mismo tiempo, una solución constructiva acorde a las necesidades actuales residenciales.
La casa propone dos unidades de alojamiento independientes con salón, comedor, cocina, dormitorios y baño, con un claro objetivo: establecer una relación estrecha e imprescindible entre las estancias de la casa y el patio con piscina, presidido por la escultura de Óscar Latuag, una oda visual a la rica herencia natural de la isla.