1. INSTALACIÓN SIMPLE
Sencillo, seguro y perfecto, incluso para los que detestan hacer reformas en casa. Hoy en día las nuevas mamparas, siempre estancas, no requieren de obras en su colocación, de manera que renovar el baño se convierte en algo sencillo y de gran resultado estético. Hablamos con la firma Roca para que nos cuenten más sobre ello: “Podemos reinventar el espacio con una mampara nueva sin necesidad de instalar ni un solo tornillo. Algunos de nuestros modelos, como Naray (en la foto, izquierda), cuent a con puertas correderas para ducha con cristal templado de 6 mm, empleando adhesivos especiales, que garantizan la máxima seguridad al tiempo que evitan las incómodas obras”. Éstas, al igual que otras de las que podemos disfrutar en el mercado, pueden encontrarse en una amplia variedad de formatos y aperturas.
2. FÁCIL LIMPIEZA
Además de cuestiones estéticas, la facilidad a la hora de limpiarla y mantenerla como nueva, así como la tecnología y los tratamientos (que ya incluyen) que permitan una mayor duración de su higiene, son elementos clave a la hora de decantarse por unas u otras. Esto es importante porque se trata de un espacio que está en contacto con el agua a diario, un elemento que puede hacer que se ensucie con facilidad y se incruste la cal. En este sentido, cabe buscar piezas que incluyan tratamientos que impidan que la cal y la suciedad se adhieran al cristal.
3. ACABADOS CON PERSONALIDAD
La mampara de ducha deja de ser un elemento puramente funcional para convertirse en uno integrador y de valor estético, algo que viene de la mano de la perfilería y herrajes, cada vez más delicados, casi imperceptibles y disponibles en una amplia gama de colores. A través del diseño y el color de sus perfilerías, las mamparas de ducha realzan aún más la transparencia del cristal.
4. DISPOSICIÓN DEL BAÑO
La distribución de tu baño es clave a la hora de elegir tu mampara y acceso a la ducha. Así, según Leroy Merlin, si la organización es en línea, lo más adecuado es que entres a la ducha por el lado contrario. Puedes instalar un cerramiento fijo en el lateral próximo a los muebles y en el otro lado, tendrás libertad para elegir el tipo de puerta. Si el baño se distribuye en paralelo, será más cómodo acceder a la ducha por el centro. Si lo tienes organizado en L, lo más natural es que el plato de ducha se instale en una esquina: elige un acceso central o lateral. Si tu baño no responde a ninguna de estas organizaciones, es posible que tengas que elegir una solución personalizada.