Tonos neutros, líneas puras y minimalistas, vistas espectaculares y una ubicación excelente. Balzac, Hotel París es una casa legendaria en los Campos Elíseos reinventada por el dúo de interioristas Festen Architecture. Un lugar que perpetúa el patrimonio hotelero parisino atemporal a través de su clasicismo y que busca convertirse en la casa de cada uno de sus huéspedes. Así, crear una atmósfera acogedora es el hilo conductor del hotel Balzac y sus diseñadores así buscaron crear en cada rincón del hotel. 

Por ello, Hotel Balzac es aquella propiedad que una vez descubierta y vivida se convierte en el hogar de viajeros de todo el mundo que escogen como su lugar por excelencia cada vez que pisan de nuevo la ciudad. Por qué París es de una metrópoli que roba el corazón y una vez pisada, no hay vuelta atrás: es necesario volver y revolver. 

Hotel Balzac París, un hotel con historia en el corazón de la ciudad.
Foto: Hotel Balzac París

Un hotel con historia 

El Hotel Balzac ocupa el lugar de la última residencia del escritor Honoré de Balzac en una calle antaño llamada avenida Fortunée. Vivió allí con Madame Hanska, el amor de su vida, hasta su fallecimiento, pocos meses después de casarse con ella, escribiendo hasta su último suspiro. El hotel particular de Madame Hanska ya no existe, pero hoy, el Hôtel Balzac revive el espíritu de quien fue el observador más talentoso de la vida parisina del siglo XIX. Y lo hace en una calle que ha terminado por llevar también su nombre. 

Por ello, el diseño busca conmemorar su pasado pero adaptarlo a los tiempos presentes. Cálidos techos de madera, suelos de mármol sin pulir, sofás blancos y bandejas de plata adornan la propiedad. Pero al mismo tiempo, llaves electrónicas envueltas en borlas de cuero y un servicio de recepción en iPads para mayor rapidez. Hay un evidente ambiente de hotel de la vieja escuela con toques modernos. Y, de alguna manera, la propiedad ha logrado crear una elegancia natural con la que otros hoteles parisinos han luchado durante años: existe la increíble capacidad de proporcionar tecnología moderna sin perder el vínculo con el contacto personal.

El Hotel Balzac busca recordar su pasado y adaptarlo al tiempo presente en su decoración.
Foto: Hotel Balzac París

Una propiedad reinventada 

Recientemente, la propiedad se ha renovado completamente con un rediseño reflexivo de los diseñadores Charlotte de Tonnac y Hugo Sauzay de Festen. El dúo es conocido por la forma en que reimaginan los interiores dentro de su propio contexto y en el caso del Hotel Balzac utilizaron el "alma del edificio" en sí como inspiración para reinventar la identidad parisina del hotel. 

El salón del Hotel Balzac es el epicentro de la propiedad.
Foto: Hotel Balzac París

Los espacios públicos son sobrios, pero refinados, comenzando con el salón, con chimenea, sofás y techo de vidrio que también funciona como sala de desayunos y conduce a un bar tipo clandestino hundido con iluminación tenue y techos altos: un tributo a los años dorados de la Avenida de los Campos Elíseos. Los tonos neutros y las líneas minimalistas se destacan en los espacios públicos, pero los pasillos que llevan a las habitaciones son un poco más alegres, con un motivo de la época dorada y puertas negras delineadas en oro. 

Dormitorios con vistas inolvidables de la ciudad.
Foto: Hotel Balzac París

Dormitorios con vistas inolvidables 

El Hôtel Balzac ofrece 58 habitaciones y suites distribuidas en 8 categorías, acomodando de dos a cuatro personas. Algunos de los dormitorios ofrecen vistas a la Torre Eiffel o un balcón, y algunas están interconectadas. Las suites del último piso ofrecen una terraza al aire libre con vistas a los Campos Elíseos, frente a la Torre Eiffel. Todas, pero, decoradas siguiendo un mismo estilo y paleta de colores -tonos neutros, mármol, líneas puras y minimalistas, techos altos que dan una sensación de grandeza y sofás de terciopelo y sillas tipo lounge- pero también detalles que desprenden una sensación de hogar y confort.  

Pasión por los detalles que marcan la diferencia y crean sensación de hogar.a
Foto: Hotel Balzac París

A ello se le agregan detalles que marcan la diferencia como las teteras Bodrum con mango de madera y las cafeteras Sjösrand Nespresso, piezas que se complementan con una selección rotativa de licores caseros en el minibar con libros de cócteles en la habitación. Un mix entre piezas clásicas con otras más modernas para crear un mix perfecto. 

Gastronomía de primer nivel 

Bajo su majestuosa claraboya, el salón del Hotel Balzac recibe a parisinos y viajeros de todo el mundo para una pausa durante un día de compras, un almuerzo entre amigos o un encuentro confidencial. Aperitivos gourmet como por ejemplo croque-monsieurs trufados y el famoso chocolat chaud de Angelina se pueden disfrutar durante todo el día. Y es en este espacio donde también se sirve cada mañana el desayuno frente a su gran chimenea. Sin olvidar el Balzac Bar, ubicado a pocos pasos del salón y con su ambiente de bar clandestino parisino y su iluminación tenue, ofrece una carta de vinos, cócteles y todo tipo de bebidas para conquistar todo paladar. 

El Balzac Bar es donde disfrutar todo tipo de bebidas.
Foto: Hotel Balzac París

El spa de inspiración japonesa

El hotel cuenta con una pequeña sala de fitness, pero equipada con todo tipo de material que incluye máquinas de pesas, equipo cardiovascular y un espacio de estudio que ofrece clases de yoga con regularidad, pero la joya de la corona de su oferta de bienestar es su Spa Ikoi. El spa se asoció con la marca francesa Omnisens para brindar tratamientos orgánicos y atención naturista bajo la lente de las técnicas japonesas, donde los masajes se realizan tanto en la mesa como en tatamis. Una piscina de inmersión de ensueño y una sauna climatizada completan la oferta de bienestar del hotel. 

Spa Ikoi, un oasis de paz y bienestar en Hotel Balzac.
Foto: Hotel Balzac París

Sin lugar a dudas, el Spa Ikoi es un refugio para relajarse, respirar, desconectar en el corazón de la ciudad. Y que se complementa totalmente con el resto de servicios y diseño del hotel. Un oasis de paz en la transitada y vibrante ciudad de París.