¿Abierto o cerrado? Todo lo que debes saber antes de diseñar o renovar el vestidor de tus sueños

Si estás diseñando o renovando tu dormitorio, seguro que esta pregunta ya te ha rondado la cabeza: ¿vestidor abierto o cerrado? Esta decisión, aunque parezca sencilla, depende no solo la estética de tu espacio, sino también de su funcionalidad en tu día a día. En este contexto, no hemos dudado en ponernos en contacto con la interiorista Ana García, quien nos explica sus consejos e ideas y quien nos dará a conocer los pros y los contras de cada opción para ayudarte a decidir. ¡Toma nota!

Vestidor abierto: la moda al descubierto

Los vestidores abiertos son perfectos para quienes disfrutan viendo toda su ropa y accesorios de un solo vistazo. Son ideales para espacios modernos y desenfadados. Pero, como todo, tienen sus ventajas y desventajas.

Todas sus ventajas

Los vestidores abiertos nos ofrecen acceso inmediato: no hay puertas que abrir ni cerrar. Todo está al alcance en segundos, así que es ideal para aquellos que vayan con prisas y el tiempo justo por las mañanas.
También son un recurso decorativo si tienes prendas bonitas o accesorios llamativos. Al exponer tu ropa, el vestidor se convierte en un elemento decorativo más.
Aportan sensación de amplitud. Los vestidores abiertos suelen hacer que la habitación parezca más espaciosa, ya que no bloquean visualmente el espacio.
Son más económicos. No es ningún secreto que, al prescindir de puertas y herrajes, suelen ser más accesibles en precio.

Estas son sus desventajas

Uno de los puntos críticos de los vestidores abiertos es la acumulación de polvo. Al estar abierto, la ropa y los zapatos están más expuestos a la suciedad.
Sí, un vestidor abierto requiere un orden constante, por lo contrario, puede verse caótico rápidamente si no eres ordenado cada día.
Menos privacidad: tu colección completa de ropa y accesorios está siempre a la vista, algo que quizá no sea ideal si compartes tu hogar con más personas y si sueles recibir visitas.

Vestidor cerrado: elegancia y orden

Por otro lado, los vestidores cerrados apuestan por la discreción y el minimalismo. “Son perfectos para quienes buscan espacios tranquilos y ordenados, donde todo esté en su lugar, incluso cuando no lo está”. Asegura la experta.

¿Cuáles son sus ventajas?

Está claro que una de sus grandes ventajas es el orden visual que proporciona. Las puertas ocultan todo lo que hay en su interior, creando una atmósfera limpia y sofisticada.
Al contrario que en vestidores abiertos, al estar cerrados, las prendas y accesorios no son víctimas del polvo y permanecen más limpios durante más tiempo.
Ofrecen versatilidad decorativa. Las puertas se transforman en un lienzo para jugar con materiales, colores o incluso con detalles como molduras y papeles pintados con texturas. También permiten añadir estilo y personalidad a través de tiradores.

Conoce las desventajas

Inevitablemente, los vestidores cerrados suponen una mayor inversión. Incorporar puertas, ya sean abatibles o correderas, eleva el coste del diseño.
Requieren espacio. Si optas por puertas abatibles, necesitarás más metros libres para abrirlas cómodamente.
Aunque es más limpio, tendrás que abrir puertas o cajones para acceder a tus prendas, por lo que, otro punto en contra a destacar es la falta de acceso inmediato.

¿Con cuál te quedas?

Entonces, ¿cuál elegir? La elección depende completamente de tu estilo de vida, tus necesidades y, por supuesto, de tu espacio disponible. Si eres amante del orden visual, el vestidor cerrado es tu mejor aliado. Pero si disfrutas viendo tu ropa y accesorios como parte de tu decoración, el vestidor abierto será un acierto seguro.

Consejo de experta: ahora que ya conoces los pros y contras, si quieres lo mejor de ambos mundos, opta por una combinación. Ana sugiere dejar ciertas áreas abiertas, como las de bolsos o accesorios, y reservar el espacio de ropa para zonas cerradas. "Así tendrás una mezcla equilibrada entre diseño y funcionalidad".

Sea cual sea tu elección, recuerda que un vestidor bien diseñado hará que vestir cada mañana sea una experiencia mucho más placentera.