¿Artificial o natural? ¿Grande o pequeño? ¿Cargado de adornos brillantes o con toques sumamente minimalistas? A algo más de mes y medio de que comience la Navidad de este año, más de uno ya empieza a hacerse estas preguntas mientras va pensando en la decoración que estos días tan especiales lucirá su casa. Y, entre tanto adorno, el árbol de Navidad suele ser un indispensable del espíritu y el diseño navideño.
Prima la sencillez
Nosotros nos hemos fijado en un árbol de Navidad que no es el que te pensabas; en esto no hay ninguna regla escrita en cuanto a forma o tamaño. Una inspiración decorativa que hemos encontrado en las redes sociales de toda una gurú del orden y la decoración mundial como es la japonesa Marie Kondo. La experta en orden compartió una imagen en la que aparece un árbol navideño como si fuera un ramo de flores, en un jarrón.
Una pieza decorativa que sigue manteniendo la misma esencia entrañable y acogedora que tiene un símbolo como este, pero lo hace con pocos elementos, sin llamar mucho la atención y, lo que resulta tremendamente práctico, sin ocupar mucho espacio en el salón.
Unas cuantas ramas de abeto colocadas para tal fin en un jarrón de diseño, unas elegantes y diminutas luces y unos pocos colgantes y adornos sencillos y minimalistas (nada de brillos por doquier). Objetos decorativos que, si te fijas además, no son ni grandes bolas rojas, ni bastones de azúcar, ni pequeñas figuras de Papá Noel; se trata de detalles únicos y originales (muy del gusto nipón) para añadir si cabe más personalidad a la decoración de este singular abeto navideño.
La tendencia minimalista de los árboles de Navidad
Así es el árbol que Marie Kondo nos inspira para esta Navidad y que se ha convertido en toda una tendencia; la tendencia de apostar cada vez más en la decoración de final de año por detalles básicos, delicados y minimalistas. Un diseño interior que sigue impregnando de espíritu entrañable todo el hogar, pero lo hace de una manera más sutil y con más ventajas. Y es que decidirte este año por decirle adiós al abeto frondoso y dar la bienvenida a árboles minimalistas y modernos, tiene muchas ventajas añadidas:
- La casa está más ordenada y limpia, y no solo en el sentido exacto de la palabra, sino también desde un punto de vista visual. Nada de adornos sobrecargando el espacio, se priman las soluciones con notas distintivas y contemporáneas.
- Más espacio libre que el que llenaba el típico y tradicional abeto navideño.
- Iluminación más discreta e intimista para hacer del escenario un ambiente más cálido y acogedor. Algo que se logra no decorando el árbol con cientos de luces centelleantes. Los nuevos árboles minimalistas se iluminan con pequeños destellos y luces más sofisticadas y elegantes.