Tenemos el secreto del estilo y del buen gusto para las paredes del baño. No, no nos referimos a los clásicos azulejos de toda la vida que vestían decorativamente las estructuras verticales de esta estancia de la casa. Hablamos de un material que será el absoluto protagonista de los baños del próximo año. Toca decir adiós a los azulejos de siempre y dar la bienvenida, como se merece, al mármol: nuestro nuevo objeto de deseo decorativo.
La magia del mármol
Hablar del mármol es hacerlo de un material que sin duda alguna siempre se ha asociado a los interiores decorativos más elegantes, sofisticados, lujosos y glamourosos. Además, no podemos olvidarnos de su parte más funcional en cuanto a resistencia y durabilidad para que aguante durante muchos años en las paredes; siempre y cuando lo cuides como es debido. El mármol es una superficie porosa que requiere cierto mantenimiento, ya que, por ejemplo, es vulnerable a los líquidos colorantes.
Por si fuera poco, su amplia versatilidad en cuanto a colores y diseños hacen de este un material perfecto para todo tipo de aseo: desde los más modernos, pasando por los que denotan un aire clásico. Incluso, tampoco importa el tamaño de la estancia, ya que encaja sin problema tanto si es más grande como si es de metros más bien escasos.
En ambas situaciones, este baño será una absoluta tendencia y entrará dentro de los aseos que más se lleven en el 2025, sobre todo aquellos donde se hayan elegido tonos blancos o beige (con permiso de lo más oscuros que también contarán con su parcela de cierto protagonismo). En lo que no habrá discusiones en unos meses será en el acabado: viene con fuerza el efecto satinado con el toque sutil de brillo.
Cómo combinarlo
Si te gusta este material y te apuntas a la tendencia del mármol para sustituir a los azulejos clásicos en el baño de cara al 2025, puedes hacer dos cosas: o bien dejar que el mármol se extienda a sus anchas por todas las paredes de este espacio, o combinarlo con otros materiales (en forma de mobiliario o revestimiento) para que no resulte tan abrumador y monótono. Si es tu caso, puedes elegir la madera, dejar algo de azulejo o decantarte por papel pintado para alguna de las paredes.
Así, una idea puede ser colocar un zócalo de mármol para dar un toque chic al baño y contrastarlo con un papel pintado llamativo en las paredes y baldosas al conjunto en el suelo. También puedes dejar el mármol como protagonista para la zona de la ducha (y completar el resto de paredes de fuera con pintura especial para los baños) o combinar este material con baldas de madera para contrastar y que no resulte todo tan frío y anodino.
La piedra natural y sin pulir es otro de los materiales que también casan a la perfección con un baño repleto de estilo gracias al mármol de sus paredes. Lograrás un efecto wow entre ambos materiales directamente traídos de la tierra. El resultado no puede ser más sobrecogedor y elegante.
Otros materiales que lo imitan
Cierto que el mármol es un material que, con el tiempo, puede perder y cambiar su color. Por eso, hay otros materiales más resistentes que lo imitan a la perfección y que ofrecen acabados muy realistas. Es el caso de la piedra sinterizada, que conocerás mediante marcas como Neolith, Dekton o Silestone, y que imitan a la perfección el mármol. Eso no solo facilita su instalación (las piezas son menos pesadas), sino que tienen una mayor resistencia y durabilidad.