Este sofisticado apartamento de 120 metros cuadrados pertenece a una familia extranjera que lo considera su segunda residencia. Está situado en Palma de Mallorca y, más concretamente, en el encantador barrio de Santa Catalina, típico de pescadores y actualmente considerada una de las zonas más de moda de la capital balear.
En manos del despacho de Jaime Salvà, Arquitectura & Interiorismo, se ha renovado completamente con el objetivo de crear un espacio funcional con una sensibilidad especial por el diseño. Para ello, se ha contado con la colaboración del interiorista Ondrej Zdercik que ha conseguido fusionar un estilo chic e industrial.
Cabe destacar la ubicación del apartamento en la última planta del edificio, lo que le aporta la singularidad de unos techos inclinados que, en algunos puntos, alcanzan alturas impresionantes, tanto por la cubierta como por los diferentes niveles de los forjados.
Otra de sus particularidades ha sido el deseo, tras la demolición, de preservar elementos originales, como la piedra local de Marés en los pilares estructurales y los muros, así como dejar las vigas vistas. El uso de materiales naturales, como la madera y el mimbre, se combinan cuidadosamente con otros elementos más industriales, como las chimeneas, y el toque clásico de los paneles de molduras.