Adiós a la pana, la lana cardada y el punto grueso. Con la llegada del buen tiempo, la casa da la bienvenida a texturas ligeras y frescas, tejidos de lino o algodón y colores claros y vibrantes. La teoría está clara, pero la práctica no siempre es tan fácil. Y es que a mí también me ha pasado eso de mirar mi casa y pensar, ¿qué puedo cambiar para que se adapte al buen tiempo, sin invertir mucho esfuerzo ni dinero? La respuesta es fácil, sobre todo en el dormitorio - y gracias a la infinidad de horas que le dedico a hablar sobre decoración y diseño -.
Empezamos por la habitación, pero si el tema os interesa, prometo preparar una versión salón. Al grano. Refrescar el dormitorio, además de guardar el edredón y todas esas cosas prácticas, tiene que ver con los cojines que coronan la cama. Esos que no sirven más que para decorar, pero que sin ellos queda un ambiente desangelado y cero 'de revista'.
Todo se resume a la elección de las fundas de cojín, que han de ser frescas a la vista y al tacto. Las combinaciones de colores y estampados también son claves, así como las formas.
De posibilidades hay muchas, por eso hemos seleccionado 8 proyectos de interioristas españoles que ponen ejemplos concretos a todas nuestras explicaciones. ¡Allá va!