Ya estamos cansados de qué las paredes sean soporíferas y aburridas. Cuando hemos optado por un estilo minimalista en los diseños de interiores, siempre hemos tendido a dejar los muros libres de elementos. Sin embargo, este concepto no se basa dejar todo vacío, sino en poner pocos elementos y que se haga de forma completamente estratégica.
El famoso concepto "menos es más" se ha ido aplicando en los espacios con detalles muy discretos, como los cuadros o los espejos. Con el paso de los años, la estética ha ido ganando terreno hasta encontrar un mueble ideal para que la pared también sume funcionalidad: la estantería.
El poder decorativo y funcional de las estanterías
En muchas ocasiones, el diseño va acompañado de la practicidad. Esta simbiosis es perfecta para que un espacio, sobre todo pequeño, esté bien aprovechado y nunca pierda su estilo. ¿Y dónde colocar las estanterías? El salón es la estancia idónea para añadir muebles que multipliquen el espacio de almacenaje. Una buena opción es colocarlas en la pared de detrás del sofá. Así se convierten en una buena alternativa a los típicos cuadros y espejos para decorar y aprovechar este muro. ¡Mira cómo quedan!
5 estanterías para sacar el máximo partido a la pared