Este balcón estrecho se renueva con estas ingeniosas (y preciosas) ideas

Esta terraza, en pleno barrio madrileño de Chamartín, era uno de los puntos focales  (junto con el cuarto de juegos del hijo de la pareja) de la reforma que querían llevar a cabo los dueños de la vivienda.

Un cambio total que encargaron al Estudio de María del Valle para darle por completo una vuelta al interiorismo y estilismo de su vivienda (tanto las zonas interiores como esta parte exterior), con más de cuatro décadas a sus espaldas. Lograr una casa de revista, en otras palabras y según sus deseos. 

Y para ello nada como contar con la experiencia, profesionalidad y el buen hacer de este estudio de interiorismo al que seguían desde hacía algún tiempo. Gracias a ellos querían lograr no solo una reforma y una decoración que actualizara su vivienda, sino también un amueblamiento y estilismo final que permitiera tener la sensación de casa completamente acabada y lista para una revista.

Una terraza que poco decía

Como se puede ver en las imágenes adjuntas, tanto el diseño como la distribución (con la complicación añadida por su estrecha forma) de la terraza eran totalmente obsoletas, poco funcionales y demasiado apagadas.

Pese a que es pequeña no se le había sacado el partido que podía tener y este era una de las ideas que los dueños tenían en mente para encargar a la interiorista; además de que lograra que el espacio fuese más acogedor, tuviese sensación de exterior y resultase más seguro para su hijo de corta edad. 

Una terraza que, hasta en palabras del propio estudio de interiorismo, era poco estética y tenía un enorme aparato de aire acondicionado como protagonista absoluto de toda la estancia exterior. Al otro lado, una bicicleta estática tampoco es que diese una imagen elegante y estilosa. Y ya el remate era un antiguo sillón colocado mirando de frente a la calle y un suelo de madera totalmente apagado que daba oscuridad a la terraza. 

Un cambio espectacular y luminoso

Manos a la obra. Lo primero que se hizo desde el Estudio de María del Valle fue dar un cambio de guion completo a esta terraza aprovechando los elementos que ya se tenían, ocultando otros y poniendo énfasis especial en la luminosidad y en los colores claros para que este balcón ganara en belleza, alegría y hasta en metros casi por arte de magia. Estos son los principales cambios que se hicieron.

1. En las paredes: Desde el estudio se diseñó y realizó una estructura de palilleria de madera de abedul fenólico para exterior que no solo servía de decoración, sino que su cometido principal era dejar oculto a las miradas el aparato de aire acondicionado; y de paso cubrir también los ladrillos anodinos y más convencionales de este tipo de terrazas urbanas. En esa estructura se puso una puerta y un par de aperturas para que pudiera accederse a él con facilidad y que el aparto tuviera espacio para respirar suficiente y no se calentara (con el consiguiente peligro). 
2. Nueva vida al sofá: Ejemplo de reciclaje bien hecho. Otro de los cambios de esta renovada terraza fue retapizar y restaurar el sofá de exterior que tenía la clienta. No solo eso, sino que se cambió de posición y se puso junto a la pared para que estuviese en mayor armonía con la nueva distribución de la terraza.
3. La otra pared: Si en esta se ha colocado dicha estructura de madera, al otro lado se optó por diseñar y elaborar un precioso y refrescante jardín vertical artificial para que todo el ambiente ganara en aire natural. Es más, incluso se completó la terraza con alguna planta más. 
4. Cambio en el suelo: Nada de volverse locos con las obras para cambiar por completo el suelo. Una solución de lo más bonita y efectiva fue cubrirlo con una alfombra de exterior de Rols Carpes.
5. Toques deco añadidos: Y ya para completar esta terraza y que realmente fuese de revista, nada como el broche de oro en forma de detalles decorativos: los pufs desenfadados junto al sofá, las dos originales mesas de centro con forma redondeada y el textil de los cojines con los cuadros y las rayas como protagonistas.