Sin conocer tu casa seguro que adivinamos (igual nos equivocamos) el color de las paredes de tu hogar y seguro que este tono es el blanco. Y es que no cabe duda de que este luminoso tono es todo un protagonista (con su belleza atemporal y sus marcadas características decorativas) cuando de vestir las paredes de casa se trata. Sin embargo, las tendencias avanzan y de cara al año que viene el color blanco se echa a un lado para apostar por otros tonos diferentes, sutiles y hasta de lo más personales.
Abrimos la paleta de color en nuestra vivienda y nos olvidamos de las desventajas asociadas a un tono blanco en las paredes: puede dar a la larga una sensación de frialdad y de poco ambiente acogedor, necesita más mantenimiento con el tiempo para que siempre estén perfectas y, al hilo de esto último, es el enemigo en una casa con niños (cualquier mancha, salpicadura o rastro de suciedad se ve al instante).
5 colores para las paredes que reviven en 2025 (y no, no está el blanco)