Esta es quizás la casa más retadora que Mercedes Arsuaga ha podido realizar en toda su carrera como interiorista. Todo se inició con un cliente procedente de Nueva Zelanda, que, sin saber a quién acudir, empezó a trabajar en la búsqueda del equipo perfecto. Comenzó con un estudio de arquitectura, que, tras un previo trabajo de diseño y dirección de obra, renunció y la casa y el cliente se quedaron abandonados; hasta que entró Mercedes con toda su energía a encauzar una reforma que estaba perdida. En ese momento, tanto el cliente como la interiorista, junto con la constructora, formaron un equipo maravilloso donde el ambiente de estrés pasó a ser uno de productividad y diseño.
“Esta reforma vino a revolucionar mi forma de crear, de pensar y de interactuar con las personas que vienen al estudio a solicitar mis diseños”, comenta la interiorista. Y añade que es “la ‘casa de la revolución emocional’. Me dediqué a ella con la pasión que me caracteriza, llena de ilusión y jornadas de trabajo sin horarios pero empujada por un motivo muy superior: el amor inesperado que surgió dentro de este paraíso de paredes sinuosas y decoración impactante”.
La gran intervención fue convertir un espacio perdido a nivel conceptual en una vivienda estética y funcional que cubriera la altas expectativas de su propietario. “Realizamos un interiorismo de mobiliario, acabados y diseño decorativo. Con un exhaustivo seguimiento de obra. Era un reforma de lujo, donde cada detalle, elección... debía ser perfecto”, cuenta Mercedes.
El gran reto fue entrar en un proyecto empezado y lleno de obstáculos generados en sus inicios de obra y solventarlos de forma funcional y estética. De un piso laberíntico de otra época se pasó a uno amplio y lleno de luz en el que, según su dueño “puedo pasear”.
Y, sin duda, el contraste generado entre la elección de acabados relajados con una decoración viva y actual es la clave que facilitó el propósito final: hacer feliz al propietario, creando un hogar para disfrutar.
FUE UN VERDADERO RETO CONSEGUIR QUE TODOS LOS ELEMENTOS DISEÑADOS ANTERIORMENTE FUERAN REALMENTE POSIBLES DE EJECUTAR, PERO LOGRAMOS APORTAR SOLUCIONES TÉCNICAS QUE FUNCIONAN Y, ADEMÁS, SON ESTÉTICAS