El color, como regla general, nos suele dar miedo y generar respeto, y más si tratamos de aplicarlo a una zona tan permanente como la cocina. Soy la interiorista, diseñadora y arquitecta María Lozano y hoy, de la mano de INTERIORES, te vamos a dar las herramientas necesarias para eliminar ese temor y que finalmente sucumbas al poder del pigmento.

La cocina es una de las estancias más anodinas e impersonales en una vivienda y una buena decisión cromática puede cambiar por completo como la percibimos. Además, si se trata de una cocina abierta, el color nos puede ayudar a zonificarla y dotarla de su propia identidad.

Además, hoy en día todos sabemos que el color genera sensaciones, por lo que te animamos a
que pienses qué quieres transmitir con tu cocina y utilizar el color para lograrlo. Aquí van
algunas pistas que pueden ayudarte a decidirte por uno u otro:

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Verde

Verde

El verde es el color del equilibrio. Inspira tranquilidad y serenidad. Como color protagonista en la naturaleza, nos habla de esa conexión con el exterior. En el diseño de interiores incluso se utiliza muchas veces como color neutro. Apuesta por el verde si quieres que tu espacio respire armonía y paz, no te cansarás de él.

 

A la izquierda, piso en Berlín, por Ester Bruzkus Architechts. Foto de Robert Rieger. A la derecha, renovación de apartamento en Brisbane Australia, por KIN Architects. Foto de Christopher Frederick Jones.

Azules

Azules

El azul suscita en nosotros una sensación de calma y reposo. Es el color que más gusta por excelencia, quizás porque lo asociamos al mar, al cielo y a esa sensación de libertad. Es por ello por lo que muchas marcas lo utilizan como color principal para su imagen. Atrévete tu también y te aseguramos que no fallarás.

PRO TIP: Para que no resulte extremadamente frío, aplícalo mejor en estancias con una buena orientación e iluminación natural. 

 

A la izquierda, LA home en Madrid, por TheDreamLab. Foto de Lupe Clemente. A la derecha, Estudio de Crosby Studios en Moscú. Foto de Mikhail Loskutov

Colores desaturados

Dentro de cualquier gama de colores, los más saturados (colores más puros o con mayor grado de TInte) suelen percibirse como más modernos y atrevidos, mientras que los más desaturados son siempre más elegantes y sofisticados. Si dudas, opta por un color desaturado, te cansará menos a largo plazo.

PRO TIP: Si además no quieres apostar por un único color, la combinación de varios colores desaturados es un acierto asegurado.

 

A la izquierda, Lovers Walk Residence en Dublin, por Kingston Lafferty Design KLD. Foto de Ruth Maria Murphy. A la derecha, cocina Tangram de Cesar Cucine.

Cremas o colores cálidos

Los colores cálidos (tierras, amarillos, naranjas, rosados…) son los más luminosos de la rueda cromática. Suscitan una sensación de alegría y bienestar, y según los expertos incluso pueden ayudar a combatir la depresión.

Son muy buenos para espacios con poca iluminación. En sus gamas más saturadas, mejor no utilizarlos en grandes cantidades ya que pueden resultar irritantes.

Debemos añadir que los colores cálidos tienden a reducir visualmente el espacio, por lo que cuidado con su aplicación en espacios extremadamente pequeños. Aunque este efecto es prácticamente imperceptible por el ojo humano, nuestro cerebro sí lo percibe.

PRO TIP: Utilízalo mejor en estancias que no tengan sol directo, para que no resulten extremadamente cálidas.

 

A la izquierda, Sorrento House, de Fiona Lynch. Foto de Dave Kulesza. A la derecha, La Palma Palm Beach Holiday House, de YSG Studio. Foto de Prue Ruscoe.

Pequeño toque de color

Una buena forma de empezar a familiarizarnos con el color, es introducirlo poco a poco de forma puntual, sin tener que llevarlo al extremo en todo el espacio. Piensa en taburetes, pequeños muebles auxiliares, o una zona acotada de la encimera. Siempre que quede equilibrado dentro del espacio, por muy poco color que introduzcas, aportarás personalidad.

PRO TIP: Para darle uniformidad a toda la vivienda, empieza analizando los colores del salón para continuarlos dentro de la cocina. Un pequeño toque de color que ate ambos espacios cromáticamente, marcará la diferencia.

 

A la izquierda, apartamento Matilde, de Ovre design. Foto de Andrea Valcavi. A la derecha, renovación de apartamento Dream Weaver Altair Darlinghurst, de YSG Studio. Foto de Prue Ruscoe

Tonos neutros

Si aún así sigues pensando que lo tuyo no es el color pero buscas una cocina con carácter, opta por una paleta de colores neutra que juegue con las texturas. Aquí, la combinación de materiales será la clave. Arriesga mezclando acabados naturales con texturas poco convencionales, como mármoles de veta exagerada o maderas texturizadas. El carácter natural de los materiales seleccionados hará que no pasen de moda.

PRO TIP: Jerarquiza el uso de las texturas para que exista un equilibrio y el espacio no resulte abrumador. Maximalismo minimalista.

 

A la izquierda, Treehouse en South Yarra, de Tamsin Johnson. Foto de Sean Fennessy. A la derecha, reforma de su vivienda, Kerrie-Ann en Sydney.