El maximalismo parece que ha capturado la atención de diseñadores e interioristas por igual, y es que cada vez encontramos más ejemplos de una tendencia en auge que se prevé que sea la gran protagonista en los hogares en 2025.

El maximalismo, a diferencia de su contraparte más austera, se deleita en la abundancia de colores, patrones y objetos decorativos, creando espacios que cuentan historias únicas y personales. Un ejemplo espectacular de este estilo es el proyecto personal de la diseñadora mexicana Stephanie Barba Mendoza en Londres, específicamente en su casa victoriana de Kingsley Road, donde logra fusionar lo rústico con lo maximalista de una forma sorprendente.

A continuación, te contamos más en detalle en qué consiste el maximalismo y te mostramos el bonito proyecto de la diseñadora mexicana, un buen ejemplo de que las casas rústicas también pueden ser maximalistas.

¿Qué es el maximalismo en decoración?

El maximalismo se caracteriza por la utilización audaz de colores, la mezcla de patrones variados, y la inclusión de múltiples capas de texturas y objetos decorativos. Esta tendencia se opone a la simplicidad del minimalismo, favoreciendo en su lugar la expresión personal a través de elementos decorativos que pueden parecer en exceso para algunos, pero que en conjunto crean un ambiente armonioso y lleno de vida.

Los espacios maximalistas a menudo combinan elementos modernos con piezas vintage, obras de arte llamativas con muebles tapizados en tejidos ricos y estampados. La clave del éxito en un diseño maximalista es encontrar un equilibrio dentro del caos aparente, permitiendo que cada elemento tenga su propio espacio para destacar sin abrumar el conjunto. El siguiente proyecto de decoración es una buena muestra de ello.

Un hogar maximalista con detalles rústicos

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Un ejemplo de casa rústica y maximalista
Foto: Kensington Leverne Interiorismo: Stephanie Barba Mendoza

Un ejemplo de casa rústica y maximalista

Stephanie Barba Mendoza ha llevado el maximalismo a un nuevo nivel en su proyecto personal en Kingsley Road, Londres, integrando lo rústico y lo actual de tal forma que sentimos sus estancias con ciertos toques de nostalgia y modernidad al mismo tiempo. Este hogar es un testimonio de cómo el maximalismo puede actualizar completamente un espacio rústico tradicional mezclando piezas contemporáneas con elementos más vintage.

Un salón "dramático" y moderno
Foto: Kensington Leverne Interiorismo: Stephanie Barba Mendoza

Un salón "dramático" y moderno

La sala de estar es un ejemplo perfecto de cómo mezclar diferentes texturas y colores puede resultar en un espacio acogedor y visualmente interesante. Un sofá azul intenso y otro en rosa suave se complementan con cojines decorativos y una lámpara de pie con pantalla estampada. Las cortinas de rayas rojas y doradas añaden altura y dramatismo, mientras que los detalles en dorado en la mesa de centro y otros elementos decorativos aportan un toque de lujo al ambiente.

Un comedor alegre, vistoso y floral
Foto: Kensington Leverne Interiorismo: Stephanie Barba Mendoza

Un comedor alegre, vistoso y floral

En el comedor, la diseñadora utiliza papel tapiz con motivos florales en tonos verdes que cubren tanto las paredes como el techo, creando una sensación de continuidad y abundancia. Los cojines de cuadros verdes y blancos en los asientos integrados añaden un toque de campiña inglesa, mientras que las sillas modernas con cojines rojos crean un contraste vibrante que dinamiza el espacio. La lámpara colgante de diseño abstracto añade un elemento de sorpresa y modernidad, equilibrando el entorno rústico con un toque contemporáneo.

Un dormitorio cálido y vivo
Foto: Kensington Leverne Interiorismo: Stephanie Barba Mendoza

Un dormitorio cálido y vivo

El dormitorio diseñado por Barba Mendoza es un oasis de tranquilidad que aún mantiene la riqueza del maximalismo. Un cabecero verde intenso se combina con una colcha de tonos verdes y blancos, creando una armonía cromática. Los elementos decorativos, como una pequeña mesa de noche de madera y una lámpara de pared en dorado, añaden calidez y sofisticación al espacio. Los cuadros y plantas decorativas completan el look, haciendo del dormitorio un lugar perfecto para el descanso sin perder el estilo maximalista.

Stephanie Barba Mendoza demuestra en esta casa que es posible combinar lo mejor de ambos mundos: la calidez y la tradición de lo rústico con la riqueza y la audacia del maximalismo. Esta combinación no solo es estéticamente agradable, sino que también consigue crear un ambiente vibrante y lleno de vida, ideal para un hogar a la última. ¿Y tú? ¿Te atreverías con esta tendencia?