El proyecto de reforma integral de esta vivienda de la zona alta de Barcelona tiene un componente sentimental importante y es que perteneció a los abuelos, de ahí que la fecha del inmueble se sitúe en torno a los años 70. Actualizarla y adecuarla a las necesidades de la joven familia fue la tarea que llevó a cabo el estudio BATTE Interioristas, con Helena Llorente y Cristina Batlles al frente.
Concretamente, se trata de un ático de unos 220 metros cuadrados, cuya nueva distribución partió de cero para crear las estancias que se requerían, en este caso: un gran salón-comedor, cocina con office, despacho, tres dormitorios (uno en suite con vestidor), tres baños y cuarto de juegos. Además, el piso presume de dos amplias terrazas en las que también se intervino para disfrutar de momentos al aire libre y disfrutar de la vegetación.
A la nueva distribución, había que sumar otras peticiones, como la de priorizar la máxima entrada de luz natural y la de conseguir que los espacios comunes fueran amplios y estuvieran conectados física y/o visualmente entre ellos, teniendo como eje las terrazas. Y, cómo no, la selección de materiales nobles y duraderos.
Pero si hubo realmente un aspecto que desde BATTE Interioristas han querido resaltar, es la especial sensibilidad de los clientes por los temas relacionados con cuestiones medioambientales y de ahorro energético. Algo que hizo que este tema se tuviera presente en todas las partidas del proyecto, desde las instalaciones hasta la elección de los electrodomésticos, aislamiento de paredes y techos, selección de materiales, etc.
La especial sensibilidad de los clientes nos llevó a tomar más consciencia en todo lo referente al ahorro energético
- BATTE Interioristas