Has encontrado el piso de tus sueños, situado en la zona que tanto te gusta y reúne todo lo que necesitas para irte a vivir ya, aunque existe un ‘pero’ importante. Sus metros cuadrados. Son pocos y mal aprovechados. Sabes que puedes sacarle mucho mejor partido y estás dispuesta a meterte en un proyecto de interiorismo para conseguirlo.

Lo primero que has de tener en cuenta es que para aprovechar bien las estancias, la distribución cuenta y mucho, pero también lo hacen los muebles, los materiales y los colores. Has de encontrar las soluciones adecuadas para ganar almacenaje sin perder superficie y manteniendo el confort y la practicidad y todo ello en un planteamiento de conjunto que aúne todos los espacios.

 

Dormitorio abierto piso pequeño
Foto: Mobalpa

La firma Mobalpa, en el proyecto integral que han desarrollado en este apartamento de 50 metros cuadrados, propone las claves fundamentales que requiere todo piso pequeño con las estancias mínimas de cocina, salón, dormitorio y baño. Estéticamente es muy importante la coherencia del conjunto y más en espacios abiertos, por lo que busca un hilo conductor en materiales y colores.

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Delimita el espacio del recibidor con un elemento decorativo
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Delimita el espacio del recibidor con un elemento decorativo

Aunque todo el espacio se ve abierto y las estancias se comunican visualmente, es importante delimitar el recibidor como lugar de acceso y bienvenida respecto al salón y la cocina. Para ello se ha optado por diseñar una celosía de roble macizo como elemento decorativo que aporta un toque cálido y acogedor.

 

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Una cocina minimalista con todo bien optimizado

En la cocina apuesta por muebles de almacenaje altos con sistema basculante, focos integrados y campana encastrada porque aportarán sensación de amplitud; un horno microondas y una placa de inducción también ayudan a ahorrar espacio en la zona de cocinar. Y como una isla ocupa mucho, elige una mesa alta circular que pueda moverse y se utilice también como mesa de comedor o de trabajo.

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Salón en dos partes pero conectadas

Para fomentar la conexión visual de este ambiente diáfano, una parte del salón se plantea a continuación del mobiliario de la cocina, con un mueble de TV bajo con cajones, con el mismo acabado pero en otro color para diferenciar el uso. Así, la televisión puede verse desde la mesa de la cocina y también desde el sofá que se encuentra enfrente, apoyado en la otra pared del piso y complementado con una mesa auxiliar.

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Asientos extras como separador de ambientes

El paso entre el ambiente de la cocina y del salón puede establecerse con unos pequeños sillones individuales que, además de delimitarlo, representan sendos asientos extras que siempre vienen bien cuando hay invitados. Elígelos ligeros para moverlos con facilidad entre un ambiente u otro, o mejor aún si son giratorios.

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Un mueble oculta el dormitorio dejando pasar la luz

Teniendo en cuenta que el piso es de una sola persona, el salón está separado del dormitorio pero puede no estar cerrado. Una propuesta es diseñar un módulo desestructurado con elementos tanto abiertos como cerrados, con espacios de almacenaje sin tirador y orientados al salón, dejando pasar la luz hacia el dormitorio y el baño. El acabado blanco del mueble -combinado con madera- es el mismo que el de la cocina para seguir el mismo hilo conductor.

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Baño completo con gran almacenaje en armarios

Junto a la cama se accede al baño completo donde no faltan los armarios de suelo a techo tan importantes para guardar la ropa y con partes abiertas para tener ciertas cosas a mano. El acabado blanco es el mismo que la cocina y el salón, y el mueble del lavabo es del tono del televisor, una combinación que demuestra que el diseño debe cuidarse por igual en todas las estancias del piso.