Los propietarios de este piso se pusieron en manos de Studiomac porque querían llevar a cabo una reforma integral, dado que su antigüedad se remonta a los años 70 y actualizarlo para adecuarlo a sus peticiones era un trabajo de obligada necesidad. Lo primero que se hizo fue plantear una nueva distribución que nada tenía que ver con la original.
"La idea era hacer los espacios más amplios y funcionales, abriendo lo máximo posible las estancias a la luz exterior, eliminando tabiques y puertas innecesarias", explican desde el estudio madrileño de interiorismo. Y así fue cómo se cambiaron por completo las instalaciones, techos, iluminación, revestimientos, cocina y baños. Además, los propietarios también solicitaban aprovechar todos los espacios de almacenaje posibles.
Abrir los espacios para que fluya la luminosidad
Nada más entrar en la vivienda, en el hall ya se hace destacar un elemento diseñado por el propio estudio: una gran puerta corredera de hierro y vidrio que, al conectar directamente con la zona de día, toda la luminosidad que recibe esta, fluye hasta la entrada del piso, haciéndola más agradable como espacio de bienvenida.
Pero es, precisamente, en la zona de día donde se llevó a cabo la principal transformación de la vivienda. Ahora el comedor está conectado a la cocina, pero, antes, esta era un espacio secundario, oscuro y muy alargado. Tras la reforma, se presenta abierta y con una práctica barra, que es la que delimita ambos ambientes.
Con esta solución de apertura, la cocina ahora presume de mucha luz natural, pero, además, el estudio pensó una idea aún más funcional gracias a un sistema de ventanas correderas que se deslizan sobre la barra y que permiten independizarla en un momento dado. Es el mismo sistema del acceso al salón, buscando la integración estética perfecta.
"En esta reforma integral se ha cambiado por completo la distribución original con la idea de hacer los espacios más amplios y funcionales, aprovechando también para buscar el mayor almacenaje posible" _ Studiomac