Cuando el termómetro se dispara en las olas de calor, más de uno (y de dos) sueña con tener una casa en el norte donde no importe que esté algo nublado si los grados no suben de 26 y se pueda dormir con colcha por las noches. Y ya que nos ponemos a soñar, nada como tener una casa tan bonita como la que tiene la influencer María Pombo en un precioso pueblo cántabro rodeado de vacas (no es casualidad que su segunda residencia se llame Casa Vaca) y de prados verdes infinitos.
No obstante, en el norte no siempre es tiempo de chaqueta y de resguardarse cuando cae algo de lluvia. Hay días preciosos con un sol inmenso, un cielo despejado sin rastro de nubes y una temperatura perfecta para darse un chapuzón. Nuestra protagonista lo tiene fácil con el precioso y envidiable exterior que tiene como complemento de su casa rústica. Un espacio amplio donde no falta el estilo decorativo.
Una imagen en calma
Pocos elementos visten la zona exterior de la propiedad de María Pombo y su marido Pablo Castellanos. Un césped que no parece acabarse nunca y de un color que se confunde con la naturaleza cántabra que rodea a todo su hogar. Escenario que no necesita más ornamentación para acoger a una piscina de aguas cristalinas y en cuyo borde se repite el mismo patrón de azulejo de barro cocido que se puede ver en el interior de esta casa de campo.
Todo es armonía natural y rústica en este jardín donde descansan varias tumbonas de diseño con el ratán como protagonista y con unos mullidos cojines en blanco. Un color a juego con el acabado exterior de la casa con permiso del verde aguamarina que se puede ver tanto en las vigas del porche como en las contraventanas de la vivienda que van a dar a este lujo de zona al aire libre.
Idea similar en Madrid
El gusto decorativo de la influencer para dar vida a los jardines de sus propiedades no cambia mucho en la que es su residencia principal en la capital madrileña. Las líneas son similares, aunque en este caso se aprecian detalles más actuales y modernos, más acorde con la gran ciudad donde se localiza la vivienda donde vive la familia la mayor parte del año.
En este caso, la piscina de revestimiento en blanco poco tiene que envidiar a la del norte y las características son similares (hasta cuenta también con zona algo más elevada en su interior para que los niños se bañen sin peligro alguno). Las hamacas también son similares en diseño y estilo y en el caso de las que ha colocado junto a su piscina de Madrid tienen una estructura toda de madera.
Un espacio alejado de las miradas curiosas, todo vestido del mismo verdor del césped y con amplitud suficiente para recibir a amigos, familia y a todos los niños que forman parte de la familia Pombo. En el caso de su hogar en Madrid, las fibras naturales vuelven a compartir espacio en el ambiente (en tonos más claros y otros más oscuros) para las butacas, sillas y sofás que hay repartidos bajo un porche de diseño en negro y con remate de cañas. Y un detalle que nos ha resultado llamativo: el foso de obra hecho en una zona del jardín y perfecto para una cena o picoteo informal en petite comité.