Con permiso de los profesionales en diseño interior y decoración, hoy te vamos a descubrir un secreto que ellos usan para colocar cuadros y obras de arte. No al azar, sino teniendo en cuenta ciertas premisas decorativas y de simetría (además de sentido común) como aconseja una de estas profesionales.

Ana García es una interiorista que vive con pasión su trabajo donde hace gala de su mantra: lograr que la decoración provoque estímulos y respuestas emocionales que hagan sentir una calma y un bienestar a toda aquella persona que vive en ese espacio o trabaja en el mismo. Un leitmotiv que sigue en cada de uno de sus proyectos decorativos y que, además, comparte en su perfil de TikTok para acercar la estética a toda la comunidad de esta red social. Precisamente, en unos de esos vídeos, que se ha convertido en viral, ha compartido los errores más populares que se suelen cometer cuando de colgar un cuadro se trata. Malentendidos decorativos que tienen que ver con el tamaño de la muestra artística, su lugar de colocación o su conjunción con el resto de elementos de la estancia (por ejemplo el cabecero o el sofá). ¡Veamos sus conejos!

Los errores y consejos para colocar los cuadros en la pared

1. Acorde con el objeto de referencia

Si tenemos un gran cabecero o un sofá de amplias dimensiones, el error sería colocar el cuadro o la pareja de cuadros (si es nuestra idea ir de dos en dos) del mismo tamaño que este mobiliario de referencia. Al final se sobrecarga el espacio y la mirada; especialmente si hablamos de cuadros y piezas que son de unas medidas más que considerables.

Por eso, nada mejor que decantarnos por un cuadro que no guarde una similitud con esa pieza decorativa para que haya más aire y más frescura entre ambos. Evitamos así un exceso que daña a la vista y añade ruido a la pared. El acierto es colgar el cuadro lo más centrado posible para que todo el conjunto presuma de armonía. 

    Aquí, bien centrado

    Aquí, bien centrado

    Foto: Foto: FHE.ES Realización: Paloma Pacheco Turnes Arquitecto: Alfredo Padilla

    2. Ni muy arriba, ni muy abajo

    La gran duda que surge al colocar un cuadro y que, por no saber la respuesta a este interrogante, se acaba convirtiendo en otro error de lo más frecuente, como nos reconoce Ana García. No hay término medio en este caso: o la muestra de arte se pone demasiado arriba o bien muy pegado a la parte inferior y casi rozando con el cabecero, el sofá o un aparador o banco que tengamos en el pasillo. 

    El secreto para acertar con el metro es ubicar la obra de arte de tal manera que la zona central del mismo quede a la altura de nuestros ojos. Esta es la medida exacta para ubicar un cuadro perfectamente según los cánones del diseño interior y la distribución del resto de la decoración en un espacio. 

    La línea que todo lo marca

    La línea que todo lo marca

    Foto: Foto: Jaime Ferrer Realización: Cristina Rodríguez Goitia Interiorismo: Angela Bermudez

    Crear galerías simétricas

    Una de las formas más originales de dar vida a un rincón del salón, el dormitorio o el pasillo (concretamente a una de sus paredes) es crear una galería con esas obras de arte; ya sean estas en forma de lienzos de colores o fotografía en blanco y negro, por ejemplo. En este tipo de situaciones se puede intentar un mosaico donde ni las formas, ni los tamaños, ni las temáticas de los cuadros tengan nada que ver… pero esto es complicado si uno no es un profesional del interiorismo y buscamos un resultado de 10. 

    La recomendación que nos hace esta profesional es dar forma a un juego artístico pero de una manera sencilla, buscando la armonía, el equilibrio y la simetría con cuadros del mismo tamaño, colocados todos a la misma distancia entre sí y con el mismo patrón colorido o de temática. El perfecto ejemplo lo tenemos más abajo en la imagen. 

    Siguiendo un patrón

    Siguiendo un patrón

    Foto: Foto: Mikhail Loskutov Arquitectura e interiorismo: Ariana Ahmad Estilismo: Natalia Onufreichuk

    Separados al nacer

    El último error común que nos descubre Ana García tiene que ver con la distancia a la que colocamos dos cuadros, dos fotos o dos lienzos parejos. Y, como en muchas, en el medio está la virtud que, traducido en terminología decorativa, quiere decir que nada de dejarlos muy separados con un espacio incómodo entre ellos. Pero, tampoco hace falta juntarlos tanto que no se adivine ni cuando acaba uno y cuando empieza el otro. Recuerda esta medida de separación: entre 10 y 15 cm es lo ideal. 

    https://www.tiktok.com/@anagarciainteriorista/video/7264299730803445025