Para el común de los mortales, las cortinas son una de las decoraciones irrelevantes, que quedan en segundo plano y que, en algunos casos, incluso serían prescindibles. Sin embargo, los interioristas coinciden en que es una pieza clave en la decoración de interiores para la armonía y la unión de todo el espacio. Incluso si es una pieza sencilla y neutra, puede ser muy importante para el conjunto de la estancia.
Y, aunque parezcan muy simples, hay muchos factores que influyen en su elección: el color, el tejido, el grosor de este, el largo, el forro, los alzapaños, hacerlas a medida o comprar unas estándar… Muchas decisiones, pero hay una que se debe decidir en primer lugar para que el resto tenga sentido: el tipo de cortina.
Al pensar en cortinas seguramente pienses en los típicos visillos, pero hoy en día hay opciones como estores o paneles japoneses -cuyo uso está muy extendido- que también entran dentro de las cortinas, ya que al final lo que hacen es permitir o evitar la entada de luz. Por tanto, es importante saber qué tipo se va a instalar para después decidir el material, tejidos, colores, medidas y estilo.